Al menos ocho edificios de la empresa AT&T, en EE.UU., han sido usados para proporcionar información a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
El hecho fue revelado esta semana por la Revista Intercept. Según esa publicación, la compañía, con sede en Dallas, espía el tráfico de internet y telefonía en el mundo mediante un programa de vigilancia llamado Fairview.
AT&T había sido ya antes calificada como "socio diligente y de confianza" por parte de la NSA, en vista de que le ha prestado servicios por más de 30 años. En cuanto al programa Fairview, los primeros informes sobre su implementación aparecieron en 2013, luego de que Edward Snowden filtrara la manera en que se transmitían al gobierno estadounidense los mensajes privados, el historial de chat y las llamadas de los usuarios de esa gigantesca compañía de telecomunicaciones.
Intercept aseguró que esta empresa es la única involucrada con el programa Fairview, que se inició en 1985, según los datos de la NSA. El espionaje se hacía entonces a través de cables, enrutadores e interruptores de telecomunicaciones internacionales.
Los edificios presuntamente involucrados en la red de espionaje están ubicados físicamente en Atlanta, Chicago, Dallas, Los Ángeles, Nueva York, San Francisco, Seattle y Washington DC, pero además de ellos existen 19.500 "puntos de presencia" en 149 países. La compañía de telecomunicaciones no se ha pronunciado al respecto, en tanto que la NSA se limitó a decir que no puede "confirmar ni negar" la información.