El calentamiento global podría ser la principal causa de la extinción masiva de abejas en todos los continentes de la Tierra en los próximos años, según advierten ecólogos de la Universidad del Noroeste (Illinois, Estados Unidos) en un estudio cuyas conclusiones publica The Earth Chronicles of Life.
Para analizar este asunto, el investigador Paul Caradonna y sus colegas crearon pequeñas colmenas de madera y las colocaron en un área árida y montañosa de Arizona donde cada vez hay menos abejas osmias, principales polinizadoras del arándano.
Con la intención de conocer qué sucede cuando la temperatura asciende y prever las condiciones que podríamos tener de 2040 a 2099, esos especialistas pintaron algunas colmenas de negro para que se calentaran, mientras que en otras emplearon el color blanco para recrear un ambiento más fresco que existía a mediados del siglo pasado.
En dos años, murieron casi todas las abejas que vivieron en las colmenas negras: un 35 % el primer año y el 70% de las supervivientes el segundo. En el mismo periodo, solo fallecieron antes de reproducirse entre un 1 % y un 2 % de los ejemplares con residencias normales o blancas.
Posible situación "catastrófica"
Estos científicos explican que las altas temperaturas dentro de las colmenas "engañan" a las abejas y no las permiten hibernar plenamente, con lo cual queman más rápido sus reservas de grasa y en primavera despiertan en "un estado muy débil".
En los próximos años, si las temperaturas de nuestro planeta aumentan la situación podría ser "catastrófica" y hasta provocar que las abejas "desaparezcan por completo", debido a que "se encontrarán fuera de sus límites fisiológicos", ha afirmado Caradonna.
El principal autor de la investigación recuerda que la extinción de las abejas "perjudicaría" a ecosistemas de todo el mundo y podrían provocar una hambruna mundial, ya que polinizan la mayor parte de los cultivos.