El ministro del Interior de Alemania y presidente de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU, por sus siglas en alemán), Horst Seehofer, ha confirmado su propuesta de dimitir de sus dos cargos en los próximos tres días. No obstante, se reunirá una vez más con la canciller Angela Merkel la tarde del lunes para volver a discutir la política migratoria, el motivo de su disputa.
Inicialmente, Seehofer había presentado un ultimátum a Merkel asegurando que, si en la cumbre de la Unión Europea no se lograban acuerdos migratorios aceptables, daría la orden unilateral de denegar la entrada al país a los inmigrantes registrados en otros miembros de la UE. Una acción con la que no está de acuerdo Merkel, que estuvo negociando en Bruselas para evitar este escenario.
El viernes pasado, Merkel anunció haber logrado un acuerdo con España y Grecia, que aceptaron recibir a los solicitantes de asilo interceptados en la frontera austro-alemana que ya estén registrados en estos dos países. No obstante, no se alcanzó ningún acuerdo bilateral con Italia. Entre otros puntos, los países de la UE acordaron reforzar y ampliar el mandato de la Guardia Europea de Fronteras y Costas (Frontex), y crear "centros controlados" dentro de la UE para tramitar las solicitudes de asilo, aunque no se precisó qué países acogerían dichos centros.
"La suma de lo que hemos decidido tiene el mismo efecto [que las medidas nacionales]", afirmó Merkel, agregando que esa era su "conclusión personal" y que "la CSU tendrá que decidir por sí misma". No obstante, Seehofer afirmó que la conversación que mantuvo el sábado con la canciller "no tuvo ningún efecto" en lo referente al conflicto migratorio, contradiciendo así las palabras de Merkel, señala Deutsche Welle.
"Enfrentamiento entre partidos"
En opinión del catedrático de la Universidad Técnica de Dresde, Werner Patzelt, la dura postura de Seehofer está relacionada con el hecho de que para la CSU es crucial no perder la confianza de los electores. El partido, que forma un grupo parlamentario conjunto con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel, afronta unas elecciones estatales en Baviera en octubre.
El conflicto es muy serio: o Merkel pierde la cara o Seehofer pierde su cargo ministerial
"Seehofer prometió parar la migración y no permitir que en el país se encuentren refugiados que deberían pedir asilo en otros países europeos. Si no cumple su palabra, la CSU perderá la confianza", afirma el politólogo. "Desde mi punto de vista, entre los partidos puede producirse un enfrentamiento que perjudicará a ambos", advierte Patzelt.
Por otra parte, si Seehofer da la orden de denegar la entrada a refugiados que ya se han registrado en otro país, la canciller puede destituirlo. "En este caso, el partido de Seehofer saldrá del Gobierno de coalición y Angela Merkel perderá la mayoría parlamentaria", señala. En las nuevas elecciones que se celebrarán como consecuencia, "la agenda migratoria saldrá al primer plano y la CDU no tendrá posibilidades de ganar", dice Patzelt.
"El conflicto es muy serio: o Merkel pierde la cara o Seehofer pierde su cargo ministerial. Entonces, Merkel también deberá abandonar el cargo de canciller de Alemania en cuestión de semanas", recalca el catedrático.
"El futuro de Merkel depende de la decisión de la CSU"
En opinión del director de la revista 'Rossiya v globalnoi polítike' (Rusia en la política global), Fiódor Lukiánov, la probabilidad de que Seehofer abandone su cargo es muy alta. Según el experto, desde el punto de vista de Merkel y la CDU, la canciller ha logrado un buen resultado en Bruselas y, por lo tanto, no debe hacer más concesiones al ministro del Interior y la CSU. No obstante, después de la dimisión tampoco está claro "si la CSU, que está claramente dividida, acepta la dimisión, nombra a alguien más para este cargo y el partido permanece en la coalición, o significa que el partido saldrá de la coalición, se celebran nuevas elecciones y se produce una gran crisis política".
A su vez, el director del Centro de Comunicación Estratégica ruso, Dmitri Abzálov, está convencido de que todas las fuerzas políticas intentarán mantener a Seehofer en su cargo por lo menos hasta otoño. "A Merkel no le conviene la desintegración de la coalición", afirma el experto al recordar que el bloque CDU/CSU obtuvo una posición débil en las elecciones y en caso de unos nuevos comicios puede perder la mayoría. "El futuro de Merkel depende de la decisión de la CSU", afirma Abzálov, advirtiendo que, si la CSU apuesta por la división, el Partido Socialdemócrata de Alemania, que forma una gran coalición con CDU/CSU, podría seguir su ejemplo, lo que sería "un grave golpe contra las posturas de Merkel".
En opinión del presidente de EKAI Center, Adrián Zelaia, es posible que Seehofer "esté buscando un efecto de imagen" para defender sus posiciones electorales frente al partido Alternativa para Alemania. "La CSU está muy preocupada con la evolución de este partido, que le está cuestionando su propia base electoral", señala Zelaia. "Dependiendo de hasta dónde llegue esta preocupación de la CSU no hay que descartar la ruptura del acuerdo y del Gobierno", añade el experto.