Este jueves 5 de julio los afiliados al Partido Popular elegirán en las urnas a la persona que se convertirá en el próximo líder del partido. Se han presentado seis candidatos. Entre las dos personas más votadas se encontrará el sucesor de Mariano Rajoy al frente del partido y el próximo candidato a la Presidencia del Gobierno de España.
Es la primera vez que esta formación política celebra algo parecido a unas primarias. Se trata de un sistema a doble vuelta. La primera criba se realizará este 5 de julio y serán casi 70.000 afiliados quienes elijan entre los seis candidatos que se han presentado. Los dos que obtengan mayor cantidad de votos se enfrentarán en el Congreso del partido que se celebrará el 20 y 21 de julio, donde los compromisarios elegirán finalmente al nuevo líder del PP, pudiendo corregir la preferencia de las bases.
Solo habría una manera de no llegar a la segunda ronda, y es que uno de los candidatos arrasase. Debería contar con más del 50% de los votos de la militancia, tener una diferencia igual o superior al 15% sobre el resto de los candidatos y ser el más votado al menos en la mitad de las circunscripciones.
Los seis candidatos
- Soraya Sáenz de Santamaría
Sáenz de Santamaría fue vicepresidenta con el Gobierno de Mariano Rajoy y ha sido considerada su mano derecha. Es una de las favoritas para sustituir al expresidente. "Soy una militante más y me ofrezco para conseguir unidad, responsabilidad e integridad", fueron sus palabras al anunciar su candidatura a las puertas del Congreso de los Diputados.
Cuenta con el apoyo de parte de los exministros del Gobierno del que formó parte, como Fátima Báñez, exministra de Empleo; Íñigo Méndez de Vigo, exministro de Educación; Álvaro Nadal, ministro de Energía y Turismo; y Alfonso Alonso, exministro de Sanidad, así como con el respaldo de algunos de los denominados barones del partido, como el vasco Carlos Iturgaiz o el andaluz Juanma Moreno.
Su mayor activo es la experiencia en gestión y su mayor debilidad es que ha estado a la cabeza de un Gobierno que perdió una moción de censura. Su gestión del conflicto territorial catalán también ha sido ampliamente criticada.
- María Dolores de Cospedal
Cospedal ha sido la número dos de Rajoy en el partido, en el que ha ostentado durante una década la Secretaría General. Durante el Gobierno de Rajoy fue ministra de Defensa y con anterioridad había sido presidenta de la región de Castilla-La Mancha. En principio es la otra gran favorita. "Me presento para ganar, ganar y ganar", fueron sus palabras en la presentación de su candidatura.
Cuenta con el apoyo de Dolors Monserrat, exministra de Sanidad; Ángel Garrido, presidente de la región de Madrid; Juan Ignacio Zoido, exministro del Interior; Rafael Catalá, exministro de Justicia; e Isabel García Tejerina, exministra de Agricultura y Pesca, entre otros.
Su mayor fortaleza y debilidad reside en el mismo punto. Al ser miembro del aparato del partido se cree que tiene más posibilidades de influir para poder ganarse el voto de los afiliados y posteriormente de los compromisarios, pero a su vez se le recrimina esa condición cuando muchos reclaman una regeneración y refundación del partido y creen que se necesita alguien más alejado de la gestión de la corrupción de los últimos años.
- José Manuel García-Margallo
García-Margallo fue ministro de Asuntos Exteriores en el Gobierno de Rajoy hasta 2016, a pesar de lo cual se ha querido desmarcar de muchas de las políticas más polémicas de ese Gobierno, como por ejemplo, su actuación en torno al conflicto catalán. Fue el primero en anunciar su candidatura, incluso antes de que se abriera el plazo, y lo hizo afirmando abiertamente su oposición a la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y su intención de cerrarle el paso en esta carrera.
No ha recabado apoyos explícitos de barones del partido, entre otros motivos porque ha sido el candidato más crítico con la deriva del partido en los últimos años, así como con sus políticas en el Gobierno. Ha mantenido una presencia constante en los medios durante los últimos días y ha abogado insistentemente por un debate entre los candidatos que el partido ha negado aduciendo que el elevado número de aspirantes no lo permite.
Su mayor debilidad es la falta de apoyos entre las caras visibles del partido. Su fortaleza reside, según sus propias declaraciones, en que es el único que ha escrito reiteradamente sobre su proyecto de país y de partido, el único que ha hecho público su programa para presentarse a estas primarias. A pesar de su edad —con 73 años es el mayor de los candidatos—, su discurso representa la mayor búsqueda de regeneración de su partido.
- Pablo Casado
Casado se considera una persona cercana tanto al expresidente José María Aznar como al recientemente depuesto Mariano Rajoy. Fue presidente de la organización juvenil Nuevas Generaciones del Partido Popular en Madrid y actualmente es vicesecretario de comunicación del partido. Asegura que su candidatura es de "integración" y que significa una "renovación" a partir de su generación. La obtención de sus titulaciones académicas está siendo investigada judicialmente por un presunto trato de favor. Es el tercer gran candidato.
En su equipo se encuentra Javier Maroto, vicesecretario de Política Social y Sectorial del Partido Popular, además de contar con los apoyos de Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid; José María Aznar, expresidente del Gobierno; Ignacio Cosidó, exdirector de la Policía Nacional; o José Ignacio Echániz, diputado por Madrid.
La principal virtud que esgrime es su edad —tiene 37 años—, por lo que su elección resultaría en un relevo generacional al frente del partido. De hecho ha sido el más activo en las redes y su campaña ha destacado por su dominio de las nuevas tecnologías. Sus detractores afirman que a pesar de su juventud representa las ideas más antiguas del partido, como ejemplifica su cercanía a Aznar. La investigación en un juzgado de la obtención de su máster le ha hecho sombra durante toda la campaña.
- Elio Cabanes
Cabanes es uno de los dos candidatos más desconocidos para la militancia popular y para la opinión pública española. Es concejal del municipio valenciano de La Font de la Figuera. Ya se había hecho notar con anterioridad por su crítica a la gestión de Mariano Rajoy, sobre todo tras el triunfo de la moción de censura llevada a cabo por Pedro Sánchez.
No cuenta con el respaldo de elementos importantes del partido y se define a sí mismo como el candidato de la militancia.
Su principal debilidad es su poca visibilidad y cuasi anonimato entre las filas populares. Sin embargo Cabanes presenta esta circunstancia como virtud, porque considera que aportaría aire fresco al aparato del partido.
- José Ramón García-Hernández
García-Hernández es el otro gran desconocido de entre los candidatos, a pesar de ostentar un escaño en el Congreso de los Diputados. También es el secretario de Relaciones Internacionales de la dirección del Partido Popular. Al igual que Cabanes, afirma que quiere "renovar el partido" y se define como el "candidato de los afiliados".
Tampoco tiene apoyos entre las caras conocidas del partido y ha intentado hacer valer su anonimato y su cercanía a los militantes. Como Cabanes, lo presenta como un valor.
La polémica: del partido con más afiliados de Europa a menos de 70.000
La gran polémica de la campaña ha girado en torno al número de afiliados del Partido Popular. Durante años los dirigentes del PP habían presumido de que tenían casi 900.000 afiliados. Pero de los 869.535 afiliados que aseguró tener el pasado 6 de junio, según recogía La Vanguardia, solo 66.384 (el 7,6%) han dado el paso de inscribirse para votar y abonar 20 euros en caso de que no estuvieran al corriente en el pago de las cuotas al partido.
Según las últimas cuentas publicadas en la página web del Partido Popular, en 2016 ingresaron 2.941.875,66 euros en concepto de cuotas de sus afiliados, 272.051 euros menos que el año anterior. Si se asume que la cuota media es de 20 euros, la misma que exigen para ponerse al día en el pago y poder votar en estas primarias, habrían sido 147.093 afiliados los que habrían pagado su cuota. Si aumentamos el importe de la cuota, el número de afiliados sería aún menor.
La explicación mayoritaria que se ha dado a este desfase en las cifras es que el Partido Popular lleva años sin depurar su censo, en el que podrían constar afiliados que en algún momento se dieron de baja o incluso personas ya fallecidas.
De hecho, en las últimas semanas se ha conocido que los ingresos contabilizados por el PP como cuotas de sus afiliados se desplomaron tras conocerse los 'papeles de Bárcenas', una contabilidad B manuscrita por el extesorero del partido Luis Bárcenas, actualmente en prisión. Pasaron de su máximo de 9,4 millones de euros en 2013 a 2,3 al año siguiente, como publicó Infolibre.
Nuria López