Miles de personas acompañaron este jueves a las y los trabajadores despedidos de la agencia pública de noticias Télam de Argentina. En una movilización que partió desde el Obelisco de Buenos Aires hasta el Centro Cultural Kirchner (CCK), reclamaron que se dé marcha atrás con esta decisión.
El destino de la protesta fue elegido porque en el edificio del CCK tiene sus oficinas el secretario del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi. Este funcionario, con rango de ministro, fue el responsable de anunciar las desvinculaciones el pasado 26 de junio a través de una entrevista radial. Además es el responsable político directo del plan de ajuste que se lleva a cabo en la empresa.
Cabe recordar que este conflicto se inscribe en un contexto generalizado de despidos en el gremio de prensa en el país sudamericano. Tal como señalaron los sindicatos el pasado 7 de junio –día del periodista– desde que Mauricio Macri asumió la presidencia en diciembre de 2015 se han perdido 3.000 puestos de trabajo en el sector. No obstante, "después de eso vinieron los más de 50 despidos en Radio del Plata y los 357 de Télam", recordó a este medio Agustín Lecchi, delegado de la Televisión Pública y secretario de Organización del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba).
Durante el acto, realizado en un escenario montado sobre la calle Corrientes, habló Saúl Pérez, un excombatiente de la Guerra de Malvinas (1982). Allí contó que gracias a una foto de Télam sus padres supieron que seguía con vida y que por eso estaba allí repudiando el vaciamiento de la agencia.
Además de contar con la presencia de dirigentes de distintas centrales sindicales, la protesta tuvo una nutrida participación y solidaridad de organizaciones sociales y políticas.
¿Demasiados trabajadores?
Desde el día en que Lombardi informó públicamente los despidos, comenzaron a llegar los telegramas a la casa de cada uno de los trabajadores. Sin embargo, ni el ministro ni ningún miembro del Directorio de Télam se comunicó con el sindicato o con alguna de las personas cesanteadas para formalizar la situación.
Incluso estos últimos, junto a otros cargos jerárquicos de la agencia, dejaron de ir a trabajar provocando en los hechos que el medio de comunicación no funcione desde entonces.
El Directorio se limitó a difundir un comunicado por la web oficial en el que argumentaba su decisión. "Como tantos organismos y empresas del Estado, la Agencia Télam que heredamos también fue víctima de la irresponsabilidad y el desmanejo del gobierno anterior", dijeron.
Allí se da cuenta que en 2003 había 479 empleados, que pasaron a ser 926 en 2015 cuando finalizó la presidencia de Cristina Kirchner y asumió Macri. Este crecimiento, según los funcionarios gubernamentales, se llevó a cabo para realizar "propaganda partidaria" y para hacer un reparto de la publicidad oficial "de forma arbitraria y abusiva".
Por su parte Lombardi se limitó a escribir en su cuenta de Facebook en relación a los despidos: "Hoy ganó el periodismo y ganaron los ciudadanos. Hoy ganó el futuro de la Agencia Télam".
Organización y solidaridad
La respuesta de la asamblea de trabajadores y trabajadoras de Télam fue mantener la ocupación de los dos edificios en los que funciona el medio de comunicación y realizar una campaña de difusión de lo que está pasando. De esta forma fueron logrando el apoyo y solidaridad de diversos sectores que exceden incluso al ámbito de la prensa y el periodismo.
Como explicó a este medio el delegado de Télam, Mariano Suárez, "la planta sin duda creció durante los 12 años del kirchnerismo pero porque la Agencia se transformó". Durante esos años se pasó de solo producir cables gráficos a crear un servicio de radio, un servicio audiovisual y un portal web, entre otras iniciativas. "Solamente en el audiovisual hay 150 trabajadores", apuntó.
En relación a la ocupación pacífica de los edificios y las distintas actividades que vienen impulsando, Patricio Klimezuk –uno de los despedidos– detalló a RT que vienen de "un proceso organizativo que tiene ocho años, permitió fortalecer lo colectivo y se expresó en la posibilidad de tener una herramienta gremial como es el Sipreba". Desde su punto de vista, ese trabajo previo permitió y permite sostener un conflicto que ya lleva 9 días.
En el mismo sentido calificó como "impresionante" la repercusión mediática "y la posibilidad de organización que se abre en el interior del país". "Siempre costó la relación con la sede central de la agencia y hoy en la marcha hubo más de 35 corresponsales gracias al esfuerzo del sindicato para que pudieran venir", puntualizó.
Es que además de los despidos en Buenos Aires, el proceso de ajuste de la empresa implicó el desmantelamiento total de seis corresponsalías en el resto de Argentina y el achicamiento de otras. Durante el acto habló en nombre de ellas Luciano Díaz, despedido de la ciudad de Viedma, en la provincia de Río Negro.
Finalmente Klimezuk destacó que "desde lo humano es una situación dolorosa". En su caso personal relató que se encuentra haciendo "un tratamiento de fertilización" con su esposa pero sin saber cual es la situación de su obra social. No obstante sostuvo que "en el medio de todo esto quizás se da una noticia muy feliz".
"Hay historias de las más diversas, por ejemplo un matrimonio que fue despedido y tiene un hijo con una discapacidad; compañeros y compañeras que son sostén de familia, tienen muchos hijos y se quedaron sin trabajo", añadió el trabajador de prensa.
Si bien reconoció que "son historias difíciles que le generan a los compañeros mucho dolor", aseguró que tienen "predisposición a resistir y ganar".
Un caso testigo
El desmantelamiento progresivo de la Agencia Télam no es una novedad y sus trabajadores lo venían denunciando desde hace meses. Es, también, una lógica que se replica en el resto de los medios públicos como forma de dar "vía libre" a que las empresas mediáticas privadas sigan por el mismo camino.
"Que el Estado sea el que desmantela una agencia de noticias federal, que sea el que promueve la violación de los convenios colectivos como viene haciendo en la TV Pública y Radio Nacional, abre la puerta para que los privados arrasen con nuestras leyes laborales", aseguró Lecchi.
El delegado de la TV Pública recordó que los despidos de Télam "son los primeros después del acuerdo del Gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI)" y se dieron "un día después del paro general que el Sipreba garantizó en los medios públicos de manera contundente".
Por eso opinó que esta política "se la puede enfrentar con organización en los lugares de trabajo, con una pelea fuerte en las calles, porque esa es la garantía de que podamos hacer sentir nuestra voz, y con unidad de todo el movimiento obrero". Pero además de con unidad "con el conjunto de la sociedad que entiende que es un problema que el Estado vulnere el derecho a la información y la libertad de expresión", concluyó.
Santiago Mayor