El 5 de julio de 1811 está marcado en la historia venezolana como el día de la firma del acta que declaró la independencia del reino de España.
Según la versión oficial, ese día, los 44 diputados electos por las siete provincias para el primer Congreso Nacional de Venezuela, declararon independiente al territorio, con un solo voto salvado.
Un año atrás, el 19 de abril de 1810, con la instalación de la Junta de Suprema de Caracas, se iniciaba un movimiento autonomista en la capital, pero que guardaba fidelidad al rey Fernando VII.
Importancia
La relevancia del 5 de julio radica en que el congreso de 1811, no solo superaba el ámbito de la entonces provincia de Caracas y sumaba a representantes del resto de la Confederación Americana de Venezuela en el Continente Meridional, sino que rompía definitivamente con el nexo colonial español.
A ese primer Congreso venezolano se le atribuye la declaración de la independencia, la aprobación de la bandera nacional y la primera Constitución de la nueva república.
Ese 5 de julio se declaró lo siguiente:
"Nosotros, pues, a nombre y con la voluntad y la autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias unidas son, y de hecho deben ser desde hoy, de derecho, Estados libres, soberanos e independientes y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España o de los que se dicen o dijeren sus apoderados o representantes ...".
Declaración, no firma
El historiador y académico venezolano Martín Guedez, reclama que el 5 de julio de 1811, debe ser "reconocido y declarado como el día de la declaración de la independencia", no de la firma del acta.
Relata que el acta de independencia que redactaron Juan Germán Roscio y Francisco Isnardi, fue presentada al congreso el día 5 de julio, "aprobada el día 7 por todos los diputados, con la sola excepción del padre Manuel Vicente Maya, diputado por La Grita".
Los diputados de las siete provincias "fueron firmando poco a poco el acta, hasta que el 18 de agosto de 1811, terminaron por estamparse las últimas firmas", asegura Martín Guedez.
Por esa razón, agrega, "al referirse a la efeméride del 5 de julio no debemos decir que es el día de la firma del acta de independencia, porque no es verdad".
Historia y clases sociales
Martín Guedez atribuye esa distorsión histórica a las contradicciones presentes en la sociedad venezolana de 1811, que se debatía entre ser independientes o seguir bajo la égida de España.
"La historia de la humanidad,desde la aparición de la explotación del hombre por el hombre, es la historia de la lucha de clases. Todo cuanto acontece está inscrito en este marco. Esa lucha perenne, unas veces transcurre subterránea, casi silente y en ocasiones emerge como un volcán irresistible arrojando el fuego transformador", opina el historiador.
Diferencias conceptuales
Conceptos como Patria, Libertad o Soberanía, generaron los mayores enfrentamientos y las más importantes contradicciones ya que, puntualiza Guedez, "tenían significados distintos en cada estamento" de la sociedad venezolana.
Para los poderosos, esos tres conceptos "significaban entonces, como hoy y mañana, un espacio físico donde progresar y hacer negocios; tener libertad para comerciar y producir sin ataduras éticas, o derecho a decidir que hacer y como hacer con lo que es propio", explica el académico.
Mientras que "para el hombre y la mujer excluidos, explotados o sin derechos", la patria, la libertad y la soberanía significaban "tener derecho al trabajo, a la tierra, al cielo, al mar y a los ríos. Libertad para no ser esclavizados y soberanía para decidir su destino", puntualiza Martín Guedez.
Para ejemplificar las pugnas internas y la reacción de los mantuanos (blanco criollo perteneciente a la aristocracia local) frente a los que impulsaban la independencia, el historiador recuerda que el 26 de julio de 1810 "la Junta Conservadora de los derechos de Fernando VII decretó la pena de muerte para los que propagasen rumores sediciosos en contra de la junta o del rey de España".
Sentencia histórica
Consultado sobre el origen de la confusión histórica alrededor de la independencia, el historiador recuerda que cuando se cumplió el primer centenario de los acontecimientos de 1811, los miembros de la academia venezolana de la historia "debieron dar una justificación que lavase la cara a la oligarquía mantuana".
La academia, entonces presidida por Elías Pino Iturrieta, quien consideraba que Simón Bolívar era "un ambicioso aventurero", evoca Martín Guedez; emitió una "especie de sentencia" con la que pretendieron cerrar "para siempre", la discusión sobre las motivaciones reales de quienes pretendían seguir atados a España y los que se oponían.
"Según esa sentencia, los que propiciaban la llamada Junta Suprema los derechos del Rey Fernando VII, no lo hicieron por falta de patriotismo, sino por abnegada prudencia, y como una estrategia para no escandalizar al pueblo. Y eso se enseña en las escuelas", asegura el historiador.
Hoy, a 207 años esos eventos históricos la primera revolución de la independencia, "nació en Venezuela bajo el signo inexorable de la justicia y la igualdad", finaliza Martín Guedez.
Ernesto J. Navarro