Una guerra comercial entre EE.UU. y China, las dos mayores economías del mundo, podría afectar no solo a ambas naciones, sino a la economía mundial en general, sostiene Reuters con referencia a una proyección de los economistas de Pictet Asset Management en Londres.
Los economistas han calculado que un arancel del 10% sobre el comercio de EE.UU., totalmente transferido al consumidor, podría inclinar la economía global hacia un estado de estancamiento y reducir en un 2,5% las ganancias corporativas.
Asimismo, el modelo supone que entre las economías que podrían ser más vulnerables a una guerra comercial se encuentran las que están estrechamente integradas en la cadena de valor global y lideran la lista de países con mayor tasa de participación en las cadenas de valor mundiales. Se trata de Luxemburgo (70,8%), República Eslovaca (67,3%), Hungría (65,1%), República Checa (64,7%), Corea del Sur (62,1%) y Singapur (61,6%).
También destaca a la isla china de Taiwán (67,6%), que es un centro para la industria de la tecnología y los semiconductores y es la sede de grandes fabricantes de componentes electrónicos como Foxconn, que produce el iPhone de Apple, entre otros muchos dispositivos importantes. Los circuitos integrados electrónicos representaron el 40% del total de sus exportaciones.
Otro ejemplo es Hungría: su mayor socio comercial fuera de la UE es EE.UU., por lo que disfruta de grandes flujos de inversión gracias a fabricación especialmente en el sector automotriz. Los automóviles y las autopartes fueron las dos mayores exportaciones de Hungría en el 2016.