Una investigación científica sobre las características hidrográficas únicas de los pocos lugares del mundo que eligen los tiburones ballena para juntarse en grupos arroja nueva luz sobre el comportamiento de estos animales, sostienen Joshua Copping y Bryce Stewart, expertos británicos y coautores del trabajo, en un artículo publicado en el portal The Conversation.
Los científicos identificaron apenas cerca de una veintena de ubicaciones elegidas por esta especie en todos los océanos de nuestro planeta para reunirse en cardúmenes de entre diez y 500 ejemplares. Algunos de estos puntos se encuentran cerca de Australia, Belice, las Maldivas y la costa de México.
¿Qué tienen de especial cada uno de esos 20 pequeños lugares, que se asemejan a una mera marca de alfiler comparados con la vastedad de los océano? Para contestar a esta pregunta, los investigadores realizaron un análisis batimétrico del lecho oceánico de las mencionadas ubicaciones.
Ventajas de la profundidad
De esta manera, los expertos revelaron que todas esas ubicaciones se encuentran en determinadas áreas de aguas poco profundas y cercanas a declives empinados donde la profundidad aumenta rápidamente hasta un rango de entre los 200 y los 1.000 metros.
Este tipo de relieve oceánico ofrece grandes ventajas a los tiburones ballena, ya constituye una fuente de nutrientes que provienen de las profundidades y favorece así alimentación por filtración. Además, los tiburones ballena aprovechan la accesibilidad de aguas profundas para alimentarse de zooplancton y de calamares mientras se sumergen hasta casi los 2.000 metros.
En esas profundidades, la temperatura puede descender hasta los 4 grados centígrados. Por lo cual, al regresar hacia arriba al borde de la pendiente, las temperatura más cálidas de este lugar son de gran ayuda para la termorregulación de los tiburones ballena.
Peligro de extinción
Estas conclusiones serán de gran ayuda para comprender los movimientos migratorios de estos animales y para los esfuerzos de preservar la especie, que ya ha sufrido la pérdida del 63 % de su población a nivel global en el transcurso de los últimos 75 años, concluyeron los autores.