El empresario Elon Musk, quien ya ha enviado a sus especialistas a Tailandia para que ayuden a salvar a los 12 escolares y su entrenador de fútbol de una cueva parcialmente inundada, ha propuesto un nuevo método de su rescate.
De acuerdo con un mensaje del multimillonario, publicado en su cuenta de Twitter, se trata de un "mini submarino", construido con piezas del cohete espacial Falcon 9.
"La idea principal es básicamente un pequeño submarino del tamaño de un niño, usando el tubo de transferencia de oxígeno líquido del cohete Falcon como cuerpo. Lo suficientemente liviano para ser transportado por 2 buceadores, lo suficientemente pequeño para atravesar espacios estrechos. Extremadamente robusto", explicó Musk.
Anteriormente, el empresario e inventor propuso crear un túnel de aire bajo el agua capaz de autoajustarse a las irregulares cavidades que dirigen a la cueva, y había prometido despachar a ingenieros de su compañía aeroespacial SpaceX y su empresa de excavaciones Boring Co para comprobar en persona las posibilidades de rescate.
"Boring Co tiene un avanzado radar capaz de penetrar el suelo y es muy buena cavando hoyos", afirmó Musk a través de Twitter. Agregó que si la provisión de corriente eléctrica también es un problema, Tesla cuenta con poderosas baterías 'Powerpacks' para alimentar los equipos de rescate.
Operación de rescate
El 23 de junio, el grupo de adolescentes de entre 11 y 16 años y su entrenador de fútbol de 25 años desaparecieron durante una excursión por la popular red de cuevas de Tham Luang. Debido a las lluvias torrenciales, el agua empezó a acumularse rápidamente en la cueva y los niños se adentraron cada vez más en la gruta, hasta quedar bloqueados a cuatro kilómetros de la entrada. La desaparición de los niños y su entrenador fue seguida por una gran operación de búsqueda y rescate.
El 2 de julio, doce niños y su entrenador de fútbol fueron hallados con vida diez días después de que desaparecieran en la cueva. La operación de rescate aún está lejos de concluir con éxito. Inicialmente se advirtió que los trabajos de rescate podrían durar varios meses, pero dado que esta semana se prevén lluvias monzónicas en la zona, es probable que se lleve a cabo un intento de rescate en los próximos días.
Para facilitar la salida de los niños, los especialistas están drenando el agua de la cueva. No obstante, su nivel desciende muy lentamente, un centímetro cada hora o menos. Las autoridades tailandesas también han intentado perforar agujeros en la cueva para ayudar a drenar más agua, pero el grosor de la roca ha dificultado estos esfuerzos.