Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente electo de México, realizó el primer ajuste en lo que será su gabinete a unos días de reunirse con una delegación de alto nivel del Gobierno estadounidense. El político tabasqueño anunció el 5 de julio que, en sustitución de Héctor Vasconcelos, Marcelo Ebrard se haría cargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, una vez que su designación fuera ratificada por el Senado mexicano.
Ebrard es licenciado en relaciones internacionales por el Colegio de México y cuenta con estudios de especialidad en la Escuela Nacional de Administración de París, Francia. En el campo de las relaciones exteriores, sin embargo, no tiene gran experiencia, pues apenas ha tenido dos responsabilidades vinculadas con las relaciones internacionales a lo largo de su carrera política. De 1993 a 1994, se desempeñó como subsecretario de Relaciones Exteriores en la Administración del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) cuando su mentor, Manuel Camacho Solís, fue designado canciller.
Dos décadas más tarde, y tras concluir su mandato como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México (2006-2012), se convirtió en presidente de la Red Global de Ciudades Seguras ('Global Network of Safer Cities') de la Organización de Naciones Unidas (ONU), de septiembre de 2012 a febrero de 2014. Y ahora, como parte del equipo de transición de López Obrador, se perfila como el próximo canciller de México. ¿Ayudará Marcelo Ebrard a mejorar las relaciones entre México y Washington?
La campaña a favor de Hillary Clinton
Desde Francia, Ebrard viajó a EE.UU. en 2016 para apoyar la campaña electoral de Hillary Clinton, abanderada presidencial por el Partido Demócrata. Ebrard siempre negó que el equipo de campaña de la exsenadora por el estado de Nueva York hubiera solicitado su apoyo y, mucho menos, pagado por respaldar su candidatura a la presidencia de EE.UU.
Durante meses, Ebrard se dedicó a promover el voto latinoa favor de Clinton en California, estado donde viven casi 12 millones de ciudadanos estadounidenses de origen mexicano. A través de un spot, Marcelo Ebrard advirtió a los mexicanos residentes en la Unión Americana de los graves peligros por venir en caso de una victoria del candidato presidencial por el Partido Republicano, Donald Trump.
En el video de poco más de un minuto de duración, el exjefe de Gobierno de la Ciudad de México sentenció: "Si resulta vencedor Donald Trump, no tengo la menor duda de que la comunidad mexiconorteamericana estará en un grave riesgo, especialmente quienes no tienen documentos, pero en general todos aquellos que tengan ascendencia mexicana o sean hispanoparlantes (…) hay que participar, hay que promover el voto por Hillary Clinton".
Ante la victoria de Trump sobre Clinton, Ebrard regresó a Francia y no fue sino hasta diciembre del año pasado cuando volvió a México para, semanas después, incorporarse al equipo de la campaña presidencial de López Obrador. Ya una vez instalado en la Ciudad de México, Ebrard arremetió en contra del presidente Trump durante una entrevista realizada por el Grupo Acustik: "Trump es un peligro (…) Es medio nazi, nos alucina" (a partir del minuto 2:25).
El vínculo con Rudolph Giuliani, exalcalde de Nueva York
La designación de Ebrard como próximo canciller de México representa un arma de doble filo para hacer frente a la Administración estadounidense. Por una parte, en su deseo de enviar señales de confianza al presidente Trump, AMLO tiene en contra suya el apoyo que Ebrard prestó a la candidata presidencial por el Partido Demócrata, Hillary Clinton.
Por otra parte, sin embargo, desde hace varios años Marcelo Ebrard mantiene una relación cercana con Rudolph Giuliani, quien fue alcalde de Nueva York y hoy es abogado del ejecutivo estadounidense. Hay que recordar que cuando López Obrador era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y Marcelo Ebrard su secretario de Seguridad Pública, Giuliani fue invitado a la capital mexicana para brindar asesoría en materia de seguridad.
Si Ebrard saca provecho de su vínculo con Giuliani, el exalcalde de Nueva York bien pudiera convertirse en un aliado clave que contribuya a incrementar la confianza del presidente Donald Trump hacia López Obrador y su próximo Gobierno. Pero es solamente una posibilidad. El actual canciller de México, Luis Videgaray, tiene también una estrecha relación con una figura clave en el equipo de la Casa Blanca: el asesor y yerno del presidente Trump, Jared Kushner. A pesar de ello, hasta el momento Washington no ha dado demasiadas muestras de condescendencia hacia la Administración de Enrique Peña Nieto.
Ariel Noyola Rodríguez