El Gobierno de Cuba publicó en la Gaceta Oficial una modificación legislativa que permitirá a los propietarios de inmuebles arrendar toda la vivienda o algunas de sus habitaciones, tanto a nacionales como a turistas extranjeros.
Así, este cambio, que modifica la ley general de vivienda del año 1988, elimina las prohibiciones a los propietarios de inmuebles y autoriza el arrendamiento de sus viviendas o habitaciones. La ley entrará en vigor el próximo mes de diciembre.
La posibilidad de arrendar a propios y visitantes es una modificación que complementa "las disposiciones generales para el ejercicio del trabajo por cuenta propia", aparecidas en la misma gaceta. Desde el año 2010, con el Gobierno del entonces presidente Raúl Castro, Cuba impulsa cambios en este sector de la economía.
Según Iroel Sánchez, periodista cubano e integrante de la Oficina para la Informatización de la Sociedad cubana, las nuevas prácticas laborales introducidas a la legislación de la isla derivan de "reclamos de la sociedad", por un lado, y de la "necesidad de corregir las deformaciones presentes en el trabajo por cuenta propia", por el otro.
Una isla de propietarios
La actividad de alojamientos y alquileres en la isla, considerada la mayor de las Antillas, ha estado básicamente dirigida al turismo. Las personas que participan de esa actividad comercial, apunta el también analista político, "obtienen altos ingresos, y eso les permite una mayor prosperidad familiar".
No obstante, hasta que entre en vigencia la modificación a la ley de viviendas, seguirá siendo una actividad ejercida por un sector minoritario y que, por tanto, "no ha constituido un beneficio generalizado para el resto de los habitantes", añade el entrevistado.
En este sentido, Sánchez resaltó que en Cuba "más del 85% de las familias son propietarias de sus viviendas". Eso implica que un buen número de personas, "pero sobre todo aquellas que viven en las zonas que reciben mayor cantidad de turistas extranjeros", podrán ejercer libremente esta actividad comercial, "y se beneficiarán del turismo que sigue arribando a la isla de manera creciente", explicó.
La reforma constitucional
Actualmente, Cuba atraviesa por un proceso de reforma constitucional que ha despertado interés en diferentes sectores de esa nación caribeña, que esperan que se amplíe la gama de derechos reconocidos por el Estado.
La Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), Parlamento unicameral compuesto por 605 diputados, ya ha adelantado un proyecto de reforma de la Carta Magna cubana, que será debatido el próximo 21 de julio, antes de ser sometido a consulta pública.
En este sentido, "las modificaciones a los modos de propiedad, la limitación para los periodos de mandatos de los altos de cargos de dirección del país y los nuevos derechos" que Cuba ha firmado en tratados internacionales, tendrán que figurar en el debate. "La Constitución debe atemperarse a todas esas transformaciones", asevera el analista cubano.
Sánchez agrega que tras el debate parlamentario, el proyecto de Constitución irá a centros de trabajo, instituciones de educación y todos los espacios de la sociedad. Una vez recogidos los aportes, el proyecto regresará a la ANPP antes de ser sometido a referéndum popular.
La actual Constitución de Cuba fue aprobada en 1976 por el 97,7% de la población; de allí que el analista considera que la nueva Carta Magna "tendrá que contar con el voto de la mayoría del pueblo, para poder ser aprobada".
Ampliación de los derechos
El Estado cubano ha consagrado derechos universales como la salud y la educación, "reconocidos internacionalmente por su extensión y efectividad", opina el periodista.
Dentro del debate constitucional, prosigue el analista, "cuando se habla de incluir nuevos derechos se trata de aquellos que recientemente aparecieron en el escenario internacional", como los derechos del medio ambiente, los derechos de género, el acceso a Internet y, en el caso particular cubano, "el tema de la emigración".
Muchos de esos derechos ya se encuentran en práctica dentro del esquema político cubano, pero "serán ampliados y reconocidos en la nueva Constitución", finaliza Iroel Sánchez.
Ernesto J. Navarro