Un miembro del gobernante Partido Likud de Israel, Ariel Bulstein, dijo al periódico ruso Izvestia que la ley aprobada por el Knesset sobre el 'Estado Nación del pueblo judío' puede contribuir a resolver el problema de la migración ilegal. Según el político, el documento le dará al sistema judicial israelí una base legal para la deportación de los infiltrados que continúan llegando a Israel desde los países de África. También subrayó que no considera que la ley discrimine a la población árabe del país.