El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ha ofrecido este domingo en la Fundación Ronald Reagan en California un discurso en el que criticó severamente las políticas internas y externas de Irán y acusó a los líderes del país de corrupción y violaciones de los derechos humanos.
Pompeo ha afirmado que Washington no tiene miedo de abordar a las autoridades iraníes al "más alto nivel", informa AFP.
"No tuvimos miedo de abordar al régimen al más alto nivel", ha declarado el secretario de Estado, que ha llamado a todos los países a unirse a su postura y reducir sus importaciones de petróleo iraní "lo más cerca posible de cero" antes del próximo noviembre.
En sus declaraciones, Pompeo también ha criticado fuertemente a las autoridades iraníes y dijo que Irán "está dirigido por algo que se parece más a una mafia que a un Gobierno", informa Reuters.
Como prueba de ello, el secretario de Estado estadounidense ha presentado datos sobre las fortunas de algunos líderes iraníes, especificando incluso qué compañías poseen. Señaló en particular que el éxito de estas empresas fue posible precisamente gracias a la corrupción, que cuenta con el respaldo de las autoridades del país.
"Las negociaciones con EE.UU. son inútiles"
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, declaró este sábado ante funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Islámica que "las negociaciones con EE.UU. son inútiles", informa su página web oficial khamenei.ir.
"Anteriormente señalé que no se puede confiar en las palabras o incluso en las firmas de los estadounidenses; por lo tanto, las negociaciones con EE.UU. son inútiles", ha sostenido el ayatolá. "La suposición de que las negociaciones o el establecimiento de vínculos con EE.UU. resolverían los problemas del país es un error obvio", aseveró.
Asimismo, indicó que EE.UU. "tiene problemas fundamentales con la esencia del 'establishment' islámico" y sostuvo que "las autoridades de EE.UU. buscan volver a la posición y el estatus del que disfrutaban en Irán antes de la Revolución Islámica de 1979". "Y no se contentarán con nada menos que eso", concluyó el líder supremo de Irán.