La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) de Chile confirmó en un comunicado que se hizo público un archivo con los datos de unas 14.000 tarjetas de crédito, pertenecientes a emisores locales y extranjeros, situación que podría alterar la seguridad económica de sus respectivos dueños.
Según esta información oficial, la difusión se realizó a través de una publicación en la red social Twitter: "Fue hecha por el grupo de cibercriminales autodenominado 'ShadowBrokers', que publicó el número de tarjeta, el número de seguridad y la fecha de expiración de estos productos", dice el texto ya citado.
Para trasladar calma a la población chilena, la SBIF explicó que "se ha contactado con las entidades afectadas, a las cuales se les ha instruido tomar las medidas para resguardar a los clientes titulares de las tarjetas afectadas". Asimismo, desde las oficinas dependientes del Ministerio de Hacienda instaron a esos bancos a comunicarse claramente con sus clientes afectados para explicarles la situación.
Por otro lado, las autoridades locales sostienen que "de acuerdo a la información disponible, la mayoría de las tarjetas de crédito afectadas se encuentran inactivas". Hasta la fecha, no se brindó más información sobre la filtración masiva de datos, pero la Superintendencia expresó que se encuentra "supervigilando" las actuaciones de las entidades bancarias para "proteger a los clientes, sus datos y sus fondos".
La respuesta de los bancos afectados
Ante la falencia de las instituciones bancarias para resguardar la seguridad de sus respectivos clientes y usuarios de tarjetas de créditos, muchas de ellas trataron de tranquilizar a sus consumidores desde las redes sociales. En efecto, el Banco de Chile publicó que del total de las tarjetas afectadas, solo 497 pertenecen a aquella entidad. Asimismo, sostuvieron que se tomaron las medidas precautorias necesarias:
A su vez, el Banco Estado informó que tiene a 701 clientes afectados, pero sus productos fueron bloqueados. Además, explicó que se comunicarán con sus respectivos usuarios para informarles la determinación. Por su parte, el BCI no difundió la cantidad de clientes involucrados en la filtración, pero comunicó que está informando a sus consumidores sobre el tema a través de mensajes de texto.
Así las cosas, entidades como Scotiabank y Banco Edwards también difundieron en sus cuentas de Twitter que aplicaron bloqueos en aquellos plásticos afectados. Mientras tanto, frente a las publicaciones en las redes sociales, cientos de clientes consultan si sus datos fueron filtrados por los delincuentes.