Este viernes se ha votado en el Congreso de los Diputados el techo de gasto. Se trataba del primer reto del presidente Pedro Sánchez y ha supuesto su primer gran varapalo. Los portavoces de los grupos parlamentarios ya habían adelantado su postura, y la abstención de varios de los que le apoyaron en la moción de censura ha hecho que no salga adelante.
En este sentido, Podemos se abstuvo en la votación porque, en su opinión, la propuesta del Gobierno era "tremendamente continuista con las políticas económicas del Partido Popular". Por su parte, el líder de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, afirmó que el techo de gasto "apuntala la senda de la criminalización de lo público que marca la Unión Europea". Desde el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCat) consideraron que "el Gobierno español no quería que se aprobasen los objetivos de déficit público" y en Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) valoraron la propuesta como "más de lo mismo".
De esta manera, todos los partidos que apoyaron al Partido Socialista (PSOE) de Sánchez en la moción de censura han justificado su abstención, salvo el Partido Nacionalista Vasco (PNV), el único que ha apoyado la propuesta. Por su parte, el Partido Popular (PP) y Ciudadanos ya habían anunciado que votarían en contra.
¿Qué se debatía en el Congreso español?
La Cámara baja debatía este viernes el techo de gasto. En realidad, la discusión giraba en torno al déficit que el Parlamento autoriza a gastar al Gobierno en los próximos Presupuestos Generales, los de 2019, que deberán comenzar su tramitación este otoño.
Los partidos más progresistas están en contra de una mayor reducción del déficit, puesto que significa que el Gobierno contará con menos dinero para llevar a cabo las políticas públicas.
En este sentido, el déficit que proponía el Ejecutivo de Sánchez era de 1,8%, un 0,4% menor que en los últimos Presupuestos, donde fue del 2,2%. Esas 4 décimas de diferencia suponen un recorte de 4.500 millones de euros aproximadamente, es decir, un dinero que el Gobierno no podrá gastar en el próximo ejercicio.
¿Por qué hablan de 6.000 millones más para inversión pública?
Si la propuesta de Sánchez implicaba un recorte de 4.500 millones de euros, entonces ¿por qué se pueden leer titulares que hablan de 6.000 millones de euros más para inversión pública? Esa cantidad es la diferencia entre la cifra pactada por el expresidente Mariano Rajoy del 1,3% y la que finalmente había logrado obtener Sánchez en su negociación con Bruselas.
Es decir, con el techo de gasto negociado por Rajoy con la Unión Europea el recorte habría supuesto alrededor de 10.000 millones de euros, mientras que con la propuesta de Sánchez el recorte se habría reducido considerablemente, a menos de la mitad.
Sin posibilidades de aprobación
Aunque los partidos que se han abstenido están recibiendo duras críticas por no apoyar una propuesta que mejoraba sensiblemente la que habría aportado su predecesor, lo cierto es que el techo de gasto parece que no tenía ninguna posibilidad de conseguir ser aprobado.
Si la propuesta de Sánchez hubiese pasado su tramitación en el Congreso, debería someterse a una nueva votación en el Senado español, donde el PP tiene mayoría absoluta debido a la ley electoral española, que hace que con algo más de un 30% de los votos aglutine el 56% de los escaños. En este sentido, los populares ya habían anunciado que tumbarían este techo de gasto en la Cámara alta.
De hecho, esto es una gran anomalía en la legislación española. La Constitución de 1978 configura un bicameralismo asimétrico, es decir, las dos Cámaras que conforman el Parlamento –Congreso y Senado– no tienen la misma importancia, y siempre prevalece la voluntad del Congreso.
Sin embargo, la Ley de Estabilidad Presupuestaria aprobada en 2012 durante el mandato de Rajoy –redactada para dar contenido al cambio constitucional que tuvo que hacer en el momento más álgido de la crisis para legislar la prioridad del pago de la deuda– introdujo esta preeminencia del Senado, como explica el catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo en un artículo de eldiario.es.
¿Y ahora qué? Quizás elecciones anticipadas
Las consecuencias del resultado de esta votación no pueden preverse fácilmente. Ahora que el Gobierno de Sánchez no ha conseguido aprobar el techo de gasto, tendrá serias dificultades para negociar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019.
Si no consigue su aprobación, es cierto que se podría proceder a una prórroga de los Presupuestos actuales. Pero precisamente la dificultad para aprobar las cuentas públicas en España ha sido uno de los detonantes en el periodo democrático del adelanto electoral.
Pedro Sánchez ya ha afirmado en diferentes ocasiones que pretende agotar la legislatura (2020), pero este revés puede que estropee su planteamiento. La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ya dijo este martes que "nadie se va aresistir más allá de lo razonable".
Nuria López