Catar habría organizado una campaña secreta de "operaciones oscuras" destinada a desprestigiar a las candidaturas rivales para acoger el Mundial 2022, violando de esa forma las reglas de la FIFA, informó The Sunday Times citando documentos filtrados.
El periódico británico asegura haber recibido documentos de un miembro del equipo de la candidatura catarí que muestran que el país pagó a una firma de relaciones públicas con sede en EE.UU., así como a exagentes de la CIA, para difundir "propaganda falsa" sobre sus principales rivales, Estados Unidos y Australia.
La campaña habría incluido el reclutamiento de personas influyentes para que atacaran las candidaturas de sus propios países, con el objetivo de dar la impresión de que había "cero apoyo" para el Mundial a nivel nacional, explica el rotativo.
Entre otras cosas, el artículo de The Sunday Times sugiere que el país árabe pagó a un académico estadounidense para que escribiera un informe detallado sobre las repercusiones financieras negativas de una Copa del Mundo, o que intentó presionar a congresistas estadounidenses a favor de una resolución sobre los efectos "nocivos" de un Mundial para el país.
De resultar ciertas estas acusaciones, ello supondría una violación de las bases de la FIFA, que prohíben "cualquier declaración escrita u oral de cualquier tipo, ya sea adversa o no, sobre las propuestas o candidaturas de cualquier otra asociación miembro".
El periodista Luis Villadiego afirma que "habría que poner esta información en cuarentena".
Reacción de catarí
El rotativo británico ya había denunciado en 2014 una supuesta compra de votos por parte de Catar para llevarse el Mundial, pero el país árabe fue exonerado en el marco de una investigación de dos años sobre la corrupción auspiciada por la FIFA.
El Comité Supremo de Entrega y Legado de Catar, encargado del Mundial, ha rechazado en un comunicado "todas y cada una de las alegaciones presentadas por el Sunday Times". El organismo ha hecho hincapié en que ya han sido "minuciosamente investigados" y han cumplido "estrictamente con todas las reglas y regulaciones de la FIFA".
A su vez, la FIFA reiteró que se realizó una "investigación exhaustiva" en la que no se encontraron irregularidades.