China planea utilizar la inteligencia artificial en su diplomacia 

El gigante asiático trabaja en una inteligencia artificial que le ayudaría a tomar decisiones en la política exterior. 

China está desarrollando varios prototipos de un sistema diplomático a base de inteligencia artificial, mientras que un dispositivo ―en etapa experimental― ya está siendo utilizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, reporta The South China Morning Post, citando a fuentes cercanas a los proyectos.

Fu Jingying, investigadora del Instituto de Ciencias Geográficas y de Investigación de Recursos Naturales de la Academia de Ciencias de China, indicó al rotativo que una versión inicial del sistema de inteligencia artificial ya está siendo empleada por la Cancillería, operada por el Departamento de Seguridad Exterior.

El sistema, también conocido como plataforma de simulación y predicción del entorno geopolítico, ha examinado "casi todos los proyectos de inversión extranjera" en los últimos años, afirmó Fu Jingying. Según ella, el dispositivo mostró "resultados alentadores" en la evaluación de riesgos o la predicción de eventos como la agitación política o ataques terroristas, aunque todavía no es capaz de tomar decisiones estratégicas.

La Cancillería le confirmó al periódico que tenía planes de utilizar la inteligencia artificial en la diplomacia. Un portavoz del Ministerio indicó que "la tecnología avanzada, incluyendo las bases de datos y la inteligencia artificial, está causando cambios profundos en la forma en que las personas trabajan y viven".

De este modo, la Cancillería china "se adaptará activamente a la tendencia y explorará el uso de tecnología emergente para mejorar el trabajo", agregó el oficial.

El diario destaca que los grandes y ambiciosos proyectos del país, como la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, han aumentado las tareas de los diplomáticos chinos. Sin embargo, los investigadores subrayan que el sistema de diplomacia en base a la inteligencia artificial sería un sistema de apoyo a las decisiones estratégicas, y que las decisiones finales serían tomadas por los humanos.

¿Cómo funciona el sistema?

La publicación precisa que el programa estudia la estrategia de la política internacional basándose en una gran cantidad de datos de diferentes tipos, desde rumores hasta imágenes tomadas por satélites espías. Cuando un político necesita tomar una decisión con celeridad, el sistema proporciona varias opciones con recomendaciones sobre la mejor, y además, lo hace de manera veloz.

Destacando las ventajas de un sistema de estas características, el investigador Feng Shuai, de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái, señaló que sería inmune a la pasión, el honor, el miedo u otros factores subjetivos. "Ni siquiera consideraría los factores morales, que entran en conflicto con los objetivos estratégicos", añadió.

Por otra parte, el problema de este 'formulador de políticas' es que necesitaría de una gran cantidad de datos, que no siempre están inmediatamente disponibles en otros países, o que requeriría de objetivos claros que no siempre se conocen al principio.  

"La máquina nunca reemplazará a los diplomáticos humanos. Solo proporcionará asistencia", concluyó Fu Jingying.