La ley por un aborto legal, seguro y gratuito ha sufrido un tropezón a una semana de su votación definitiva en el Senado de Argentina. Tres legisladores que mantenían su decisión en secreto se pronunciaron este martes en rechazo al proyecto, inclinando la balanza en su contra.
Se trata de los senadores Ángel Rozas, María Belén Tapia e Inés Blas, que aumentaron a 35 los detractores del proyecto. "Nadie puede discutir que un embrión es una vida", declaró Rozas tras anunciar su decisión, mientras que Blas argumentó la suya señalando que "no se limita a la despenalización del aborto", según cita La Nación.
De esta forma, el proyecto de ley, aprobado a mediados de junio por la Cámara de Diputados, cuenta con 32 legisladores pronunciados a favor. Restan tres senadores: dos de ellos se declararon en abstención y una tercera avisó que no asistirá a la votación definitiva del 8 de agosto.
En caso de que ocurra un empate ese día, la responsabilidad de decidir sobre el proyecto recaería sobre la presidenta de la Cámara Alta, Gabriela Michetti, que ya había anunciado su voto en contra. De no aprobarse la propuesta de ley, esta sería devuelta a la Cámara Baja para su reformulación de cara a una nueva votación.
¿De qué trata el proyecto?
La iniciativa estipula la posibilidad de realizar la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación. Aquellos profesionales médicos que no deseen llevar a cabo abortos podrán inscribirse en una lista de "objetores de conciencia"; sin embargo, esto no podrá ser argumento para evitar la intervención si se trata de una urgencia.
A su vez, las instituciones sanitarias no podrán inscribirse en este listado y todas deberán asegurar que haya médicos capacitados para realizar este tipo de intervenciones. Finalmente, las mujeres de entre 13 y 16 años necesitarán el consentimiento de un adulto, pero deberá respetarse el interés superior de la adolescente, en concordancia con la Convención sobre los Derechos del Niño.
Por otro lado, además del proyecto original hubo senadores que presentaron otras tres propuestas alternativas. Todas ellas plantean mantener el aborto en la ilegalidad, e incluso buscan obligar a las mujeres a llevar a término la gestación.