El Valle de la Muerte, en el desierto de Mojave (California, EE.UU.), que el año pasado registró la temperatura promedio correspondiente a julio más alta de la Tierra, volvió a batir este año su propio récord de calor, informa el portal Science Alert.
En julio de 2017, la temperatura promedio de este valle se ubicó en los 41,9 grados centígrados, convirtiéndose, por primera vez en cien años, en el lugar más caluroso del planeta en términos de promedios mensuales.
Ahora, el promedio de los máximos y mínimos registrados durante el mismo mes fue de 42,3 grados centígrados, superando de esta manera el récord anterior por casi medio grado de diferencia.
Durante 21 días de ese mes, la temperatura máxima en el Valle de la Muerte alcanzó los 49 grados centígrados, superando así el valor promedio de 46,9 grados.
Además, entre el 24 y 27 de julio pasado, en el desierto se registraron temperaturas pico de 53 grados centígrados, estableciéndose plusmarcas en cada una de las cuatro jornadas. Muy cerca de su récord histórico absoluto de 54 grados, alcanzado el 30 de junio de 2013.
A su vez, durante 10 jornadas, la temperatura mínima en el lugar, registrada durante la noche, se mantuvo por encima de los 38 grados centígrados.
Las mediciones térmicas en el Valle de la Muerte se realizan en la pequeña localidad de Furnace Creek, que se ubica a 57,91 metros bajo el nivel del mar, y se llevan a cabo desde 1911. Según estos registros, esta ubicación alcanzó, el 10 de julio de 1913, la temperatura más alta de todo el planeta, cuando los termómetros marcaron 57 grados centígrados.