En Florida (EE.UU.), la presencia de algas tóxicas que generan mareas rojas es algo normal. Sin embargo, este año estas se han extendido más de lo común y ya provocaron la muerte de miles de animales marinos, además de problemas de salud a los habitantes de la zona.
La costa oeste del estado, que presenta algunas de las playas más visitadas por los turistas, se vio este verano especialmente afectada por este fenómeno que se sintió a través de unos 200 kilómetros de las costas del Golfo de México, entre las ciudades de Sarasota y Naples.
Esta situación provocó la muerte de unos de 4.000 peces y hasta de un tiburón ballena que apareció en la isla Sanibel. Además, 287 tortugas marinas perdieron la vida, sufrieron heridas o algún tipo de enfermedad en lo que va del año.
"Es una absoluta pesadilla", expresó Donna Brierley, quien fue de vacaciones con su familia a la playa de Sanibel, pero solo pudo allí estar "unos pocos minutos" antes de marcharse debido a la presencia de "miles de peces muertos en la playa y en el agua". "Era como un apocalipsis", describió.
Estas algas, que producen una bacteria llamada Karenia brevis, suelen crecer desde comienzos de otoño y morir en los meses más cálidos, algo que no ha sucedido este verano, por lo que han permanecido en la costa por cerca de un año.
Problemas para la salud
El viento proveniente del mar provoca que las toxinas también afecten a la población. Quince personas debieron ser asistidas en el condado de Martin, en los últimos días de julio, con problemas respiratorios típicos del contacto con la Karenia brevis, como tos y estornudos. Por ese motivo, las autoridades recomendaron a las personas asmáticas que se mantengan alejadas de la zona.