Un equipo de investigadores estadounidenses descubrió restos del sistema solar primitivo que podrían ayudar a descifrar el misterio de cómo fue su formación, según un estudio publicado este jueves en la revista Nature Communications.
Los científicos creen que el sistema solar se formó hace unos 4.600 millones de años, cuando una nube de gas y polvo colapsó bajo la gravedad, posiblemente desencadenada por la explosión de una estrella masiva cercana o una supernova, y dio lugar a un disco giratorio con el Sol como centro.
Ahora se ha agregado otra pieza a ese rompecabezas, tras conseguirse datar y determinar la composición de un meteorito ígneo que fue encontrado en Mauritania en 2016. Denominado Northwest Africa (NWA) 11119, este meteorito es el más antiguo que se conozca y contiene pistas sobre los bloques de construcción planetarios.
El NWA 11119 data de hace 4.565 millones de años, y es una evidencia directa de que rocas corticales ricas en sílice, desarrolladas químicamente, se formaron en los primeros 10 millones de años antes de la conformación de los planetas del sistema solar. Esta "roca extremadamente inusual" se desarrolló "durante uno de los primeros eventos volcánicos que tuvieron lugar en el sistema solar", explicó Carl Agee, de la Universidad de Nuevo México, coautor del estudio.
El meteorito está formado en no menos de 30 % de su volumen por cristales de sílice de tridimita, similares al cuarzo mineral. "Con base en los isótopos de oxígeno, sabemos que es de una fuente extraterrestre de algún lugar del sistema solar", dijo por su parte Poorna Srinivasan, autora principal de la investigación. Con ello sugiere que el NWA 11119 provendría de un "cuerpo grande y geológicamente complejo que se formó en el sistema solar primitivo".