Elon Musk, el director general de Tesla, ha explicado por qué está considerando que la empresa deje de cotizar en la bolsa. "Como compañía pública, estamos sujetos a movimientos salvajes en nuestro precio de acciones, lo que puede ser una gran distracción para todos los que trabajan en Tesla, todos los accionistas", ha señalado el empresario e inversor en un correo electrónico enviado a los empleados.
Además, Musk ha señalado que la compañía depende mucho de las ganancias trimestrales, lo cual obliga a Tesla a "tomar decisiones que pueden ser correctas para un trimestre concreto, pero no necesariamente a largo plazo". Finalmente, al tener las acciones "más vendidas en corto en la historias del mercado bursátil", muchas personas tienen un incentivo para atacar a Tesla, ha indicado el empresario.
Musk ha explicado que en caso de tomar este paso, todos los accionistas tendrían una elección: o seguir siendo inversores de una Tesla privada, o vender las acciones a 420 dólares por acción. Por otra parte, el empresario ha señalado que a largo plazo, cuando la compañía entre en "una pase de crecimiento más lento y más predecible", es probable que tenga más sentido volver al mercado público.
Al mismo tiempo, el empresario ha asegurado que este plan "no tiene nada que ver con acumular el control" para sí mismo. Actualmente, Musk posee un 20 % de la compañía y no planea cambiarlo de forma sustancial.
"Básicamente, estoy intentando conseguir un resultado donde Tesla pueda operar de la mejor manera, libre de tanta distracción y pensamiento a corto plazo cuanto sea posible, y donde haya tan pocos cambios para nuestros inversores, incluidos todos nuestros empleados, como sea posible", ha afirmado, precisando que la propuesta se finalizaría a través del voto de los accionistas.
"El mercado no le cree"
Al anunciar en su cuenta de Twitter que estaba considerando "sacar a Tesla de la bolsa a 420 dólares", Musk hizo crecer las acciones de la compañía hasta un 13 %, informa Bloomberg. No obstante, al cierre de las cotizaciones, registraron un crecimiento de un 11 %, alcanzando 379,57 dólares por unidad.
El hecho de que incluso con el aumento el precio quedó significativamente por debajo de los 420 dólares es una señal de escepticismo de que el plan de Musk sea viable, indica Bloomberg. "El mercado no le cree", ha expresado David Kudla, director ejecutivo de Mainstay Capital Management. "Su credibilidad ha sido cuestionada por una serie de cosas. Si esto fuera real, se podría esperar que las acciones se acerquen más a 420 dólares por unidad de lo que han hecho", ha subrayado Kudla. La compra es "poco probable", ha manifestado a su vez Joel Levington, analista de Bloomberg Intelligence.
Bloomberg hace hincapié en que muchas cuestiones han quedado sin responder. En particular, cómo conseguiría Musk 66.000 millones de dólares para poder completar la transacción, recordando que con el precio de 420 dólares por acción, el valor de Tesla sería de 82.000 millones de dólares, incluida la deuda. "Para hacerla privada, el millonario tendría que realizar la mayor compra apalancada en la historia", concluye Bloomberg.