El suicidio de una menor de 12 años en Argentina, presuntamente vinculado al juego 'Momo', que se propaga de manera viral entre los jóvenes por el servicio de mensajería de WhatsApp, enciende una nueva alarma entre las autoridades de diversos países.
Este juego ya no está solo en las redes sociales, sino que ahora cuenta con un perfil anónimo en WhatsApp, como si se tratase de un usuario real. En su comienzo se trató, probablemente, de una simple humorada, pero hoy se transforma en algo peligroso, advierten los psicólogos y especialistas en delitos informáticos de distintos países.
Según algunos testimonios, las víctimas de 'Momo' pueden recibir una imagen por WhatsApp durante la noche y al abrirla, encuentran un rostro terrorífico acompañado de un texto que amenaza con una visita de la espeluznante criatura en caso de que el usuario no marque determinado número o no reenvíe el mensaje.
Expertos enumeran distintos peligros asociados a este juego: Robo de información, acoso, extorsión, trastornos físicos y psicológicos o incitación a la muerte.
"Yo creo que lo de 'Momo' salió como un juego y otras personas vieron que la gente se estaba enganchando con eso" y comenzaron "a fingir ser 'Momo' y utilizarlo para cosas ilícitas", expresó Ofelia Sánchez Frías, titular de Ciberpolicía de la Fiscalía de Tabasco (México).
Probablemente, este no será el primer ni el último viral que se ve en la Red y tiene como precedentes el fatal juego de la 'ballena azul', el desafío del detergente, o el de bailar mientras un auto está en marcha, los cuales son pruebas que buscan poner al límite la vida humana.
"Estamos hablando de ciertas vulnerabilidades emocionales que tratan de paliarse a través de estos desafíos", señaló el psicólogo uruguayo Roberto Balaguer y explicó: "Yo siento que tengo un cierto déficit y trato de meterme en zonas que me podrán dar determinado protagonismo".
"Tenemos que decirles a los chicos que las relaciones que son secretas, que quedan a espaldas de los padres, en general por no decir siempre, son relaciones peligrosas", concluyó Balaguer.