La compañía rusa Uralvagonzavod, el mayor fabricante de blindados de Rusia, ha iniciado el desarrollo de un tanque robótico "de ataque" sobre el chasis del carro de combate T-72B3.
El proyecto llamado Shturm (Asalto) ha sido concebido para combates urbanos y debería resistir entre 10 y 15 impactos de granadas de carga hueca, informa la página web de la cadena rusa RBK remitiéndose a fuentes anónimas del sector.
El objetivo principal del proyecto es reducir las bajas del personal durante las operaciones en ciudades. Por lo tanto, el tanque debería tener una mayor maniobrabilidad y protección desde todos los ángulos. Uno de los requisitos del Ministerio de Defensa es que el sistema mantenga su capacidad de combate después de ser impactado por 10 a 15 granadas de carga hueca y tras la explosión de una mina bajo su estructura.
"Los tanques de combate deben ser capaces de detectar rápidamente y eliminar la fuerza viva del enemigo a cualquier hora del día, incluso en pisos superiores de edificios en un ángulo de 360 grados", afirmó la fuente de RBK.
Otro requerimiento de los militares rusos es la capacidad de disparar en un modo programable. Esto debería llevarse a cabo de acuerdo con la misión de combate ingresada en la computadora de a bordo a partir de información de inteligencia recibida, incluso en condiciones de una cortina de humo colocada por el enemigo.
El Shturm es desarrollado en la plataforma del popular tanque soviético T-72, pero usará varias modificaciones. Por ejemplo, su cañón será acortado para aumentar su ángulo de elevación con el fin de poder disparar contra pisos más altos de edificios.