Las nuevas sanciones de EE.UU. contra Rusia anulan las tendencias positivas que surgieron después de la cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin en Helsinki, ha aseverado ante RIA Novosti el jefe del Centro de Estudios político-militares de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladímir Batiuk.
Washington anunció el miércoles la imposición de nuevas sanciones contra Moscú por el ataque contra el exagente doble ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia. Las sanciones se basaron en la ley estadounidense sobre el control de armas químicas y biológicas, adoptada en 1991.
La Embajada de Rusia en Washington calificó de "draconianas" las nuevas sanciones estadounidenses, subrayando que, como viene siendo habitual, "no se ha anunciado ningún hecho o prueba" sobre la implicación de Rusia en el caso Skripal.
"En términos políticos, eso sin duda dará lugar a un mayor deterioro de las relaciones ruso-estadounidenses. Todos los aspectos positivos que han surgido después de la reunión entre ambos presidentes en Helsinki quedarán, por supuesto, casi totalmente anulados", ha asegurado el experto.
Consecuencias a gran escala
Según el analista, las consecuencias negativas de esta medida de EE.UU. afectarán a una amplia gama de temas que afectan a las relaciones bilaterales, y no solo a lo que se ha esgrimido como pretexto para imponer nuevas sanciones. "Esto dificultará aún más el diálogo entre Moscú y Washington, incluso en asuntos que no están directamente relacionados con este tema de sanciones", ha señalado Batiuk.
La coyuntura interna
El experto asocia la perspectiva de un mayor endurecimiento de las sanciones con el estado de la situación política interna en EE.UU. Si habrá o no una segunda ronda de sanciones, depende de la voluntad de la Administración Trump a la hora de demostrar la viabilidad y la independencia política del presidente, ha enfatizado Batiuk.
Al mismo tiempo, el politólogo opina que el ejemplo de EE.UU. no será seguido por sus aliados en todo el mundo, ya estén dentro o fuera de la OTAN.