La próxima guerra en Oriente Medio podría estallar por el agua, recalca el experto sirio en recursos hídricos internacionales Nabil al-Samman, en un artículo exclusivo para Asharq Al-Awsat.
Según el especialista, el agua de los ríos Tigris y Éufrates se convertirá en "arma política" en una supuesta futura disputa entre Siria, Turquía e Irak.
El experto resalta que una sequía en la zona del Éufrates se sumó a las causas que hicieron surgir en Siria las protestas de 2011 contra el Gobierno. La guerra civil convirtió la infraestructura hídrica del país en ruinas.
Las diferencias políticas entre Siria, Turquía e Irak han destruido los intentos de estos países por establecer y firmar un acuerdo sobre recursos hídricos a través de negociaciones. Durante años, los Estados trataron de llegar a un acuerdo, pero ha sido en vano. Las negociaciones de Turquía con Siria cesaron debido a la guerra civil en el país árabe.
A su vez, Turquía tiene mayor control sobre el agua de estos ríos que Siria e Irak, subraya el autor. De acuerdo con el analista, Turquía compara su derecho a las aguas del Tigris y el Éufrates con los derechos de los países petroleros de controlar su crudo. Ankara considera que estos ríos transfronterizos fluyen desde su territorio y por eso tiene la potestad de controlar la cantidad de agua que llega a los países vecinos.
Además, Turquía intenta de continuar la construcción de plantas hidroeléctricas que podrían reducir considerablemente el volumen de recursos hídricos que entran en países situados más abajo, subraya al-Samman. Nota que este proyecto ya afectó los niveles de agua en el lago sirio de al-Tabqa, lo que produjo en la zona daños al sector de la generación de electricidad y la agricultura.