El gobernador del estado estadounidense de Florida, Rick Scott, ha declarado el estado de emergencia en siete condados —Collier, Lee, Charlotte, Sarasota, Manatee, Hillsborough y Pinellas— por la presencia de una marea roja tóxica.
Esta marea tóxica causa estragos en la costa del golfo de Florida, donde ya ha provocado la muerte de peces, tortugas marinas, manatíes y, posiblemente, de once delfines y un tiburón ballena, informa Tampa Bay Times.
Además, persisten en estas zonas costeras olores nauseabundos que crean problemas gastrointestinales y respiratorios a las personas, lo que se traduce en pérdidas económicas, ya que ha reducido notablemente la afluencia a playas y comercios.