Vindigo, el vino azul español que hace furor en el sur de Francia

Se comercializa a doce euros la botella y su demanda ya ha traspasado las fronteras del país galo.

Un vino de color azul bautizado como Vindigo ha conquistado el paladar de los consumidores en la población de Sete, al sur de Francia, donde sus habitantes y los turistas han acabado con un primer suministro de 2.000 botellas, informa Reuters.

El secreto para conseguir su color turquesta consiste en filtrarlo a través de la pulpa del hollejo de las uvas tintas, que contiene un pigmento natural llamado antocianina.

Producido en la provincia andaluza de Almería, al sudeste de España, este caldo con aromas de cereza, frambuesa y maracuyá se comercializa a doce euros la botella.

"Me recuerda a algo, no estoy seguro de a qué fruta, pero me hace pensar en algunos dulces de mi niñez", lo describió un cliente de un restaurante en Sete, que se identificó como Frederic.

"Me encanta su color, es perfecto para el verano. Me inspira felicidad, alegría, me gusta mucho de verdad", comentó Nora, una turista de Singapur.

El impulsor del Vindigo, el empresario Rene Le Bail, ha encargado ya un nuevo suministro, de hasta 35.000 botellas, con el ojo puesto en comerciantes minoristas y tiendas de alimentación y no en grandes cadenas, según explicó.

"Creo que las botellas que he encargado se venderán en dos meses. Todos lo quieren", aseguró.

Le Bail dice que la página del vino en Facebook está inundada de pedidos desde Francia, Bélgica, Alemania y que la demanda se extiende hasta Rusia, el Caribe y China.