La Corte Suprema del estado de Pensilvania (EE.UU.) dio a conocer este martes 14 de agosto un revelador informe sobre abusos sexuales cometidos en el entorno de la Iglesia católica del estado, donde se detalla que hay más de 300 sacerdotes implicados en los delitos y fueron identificados alrededor de 1.000 niños entre las víctimas, publicó USA Today.
Los resultados de la investigación de más de 1.300 páginas fueron divulgados por el fiscal general Josh Shapiro, quien brindó una conferencia para explicar la recopilación de las indagaciones. "Los sacerdotes estaban violando a niños y niñas, y los hombres de Dios que eran responsables de ellos no solo no hicieron nada: lo escondieron todo", dice el impactante reporte, según el medio estadounidense. Además, vale destacar que muchos de estos casos se cometieron hace varias décadas.
En ese sentido, el diario ya citado comunica que los líderes locales de la Iglesia desalentaban a las víctimas para que no denunciaran los abusos, algunos perpetrados hace casi 70 años. En varios casos, las víctimas mueren sin conocer la justicia, ya que no se atreven a relatar los delitos, o fallecen los acusados sin ser castigados: "Como consecuencia del encubrimiento, casi todos los casos de abuso que encontramos son demasiado viejos para ser enjuiciados", expresa el documento.
Asimismo, el reporte expone que "varios administradores diocesanos, incluidos los obispos, a menudo disuadieron a las víctimas de denunciar abusos a la Policía, presionaron a las fuerzas del orden público para que cancelaran o evitaran una investigación o llevaron a cabo su propia investigación deficiente y sesgada, sin informar de los crímenes contra los niños a las autoridades correspondientes".
La investigación más completa de la historia de EE.UU.
Por otro lado, The Washington Post también accedió al texto y destaca que se trata de la investigación más completa jamás realizada en EE.UU. sobre violaciones cometidas en el marco de la Iglesia católica. A su vez, señala que el trabajo de 18 meses abarcó ocho diócesis de Pensilvania, aunque las responsabilidades no se limitan solo a ese estado estadounidense.
En efecto, durante su anuncio el fiscal expresó que hubo un "encubrimiento sistemático por altos funcionarios de la Iglesia en Pensilvania y en el Vaticano". Para tomar dimensión de la gravedad de las denuncias, la introducción del reporte expresa: "Citamos y revisamos medio millón de páginas de documentos diocesanos internos. Contenían alegatos creíbles contra más de 300 sacerdotes depredadores".
En esa línea, continúa: "Más de mil niños víctimas fueron identificables, según los registros propios de la Iglesia. Creemos que el número real de niños cuyos registros se perdieron o que temieron denunciar es de miles". Así las cosas, el mes pasado el papa Francisco aceptó la renuncia del cardenal Theodore McCarrick, de Washington, envuelto en denuncias de acoso sexual por más de 40 años.