Damasco y la ONU debaten la posibilidad del retorno de los cascos azules a la zona desmilitarizada de los Altos del Golán, ocupados por Israel. Las fuerzas de paz del organismo internacional se retiraron de ese lugar en 2012 debido al ascenso de los terroristas, pero en julio pasado el Ejército retomó su control.
Además, en los últimos meses las fuerzas gubernamentales sirias, con ayuda de las tropas rusas, volvieron a recuperar el control de importantes ciudades de las sureñas provincias de Quneitra y Daraa, que limitan con Israel y Jordania.
Un equipo de RT ha sidouno de los primeros en visitar esas localidades y ha sido testigo de la devastación que dejaron tras de sí los terroristas. "Gracias a Dios, la vida cambió al 100%. Volvió la estabilidad y la seguridad. Regresamos a nuestra tierra. La vida se ha vuelto segura. Todo esto gracias a nuestro presidente Bashar al Assad y a la ayuda de nuestros hermanos rusos", relató un residente de Quneitra.
En la línea de separación de las tropas sirias e israelíes en los Altos del Golán, la Policía militar rusa y las fuerzas del país árabe trabajan en el rastrillaje para detectar uno de los principales problemas: la gran cantidad de artefactos explosivos que dejaron los extremistas.
"Aparte de los trabajos de desminado, la Policía militar rusa trabaja para asegurarle a la población local que la paz ha venido a estas tierras para siempre, y que los grupos terroristas no volverán (…) Estamos ayudando a restaurar la paz aquí, nuestro mayor objetivo es la paz. Y la bandera de Rusia hoy en día sirve como garante de la paz", dijo Serguéi Kuralenko, representante del mando militar ruso en Siria.
Poco a poco, la vida está volviendo a la normalidad en las provincias de Quneitra y Daraa, pero casi toda su infraestructura ha quedado destruida tras la ocupación de los grupos terroristas.