Celeste Ayala, una agente de la Policía de Berisso (Buenos Aires, Argentina) que estaba de servicio en el Hospital de Niños de la ciudad de La Plata el pasado 14 de agosto, solicitó permiso a los doctores para dar de mamar a un bebé porque estimó que necesitaba comer tras escuchar su llanto, informa el periódico La Nación.
El menor había sido separado de su madre por orden judicial y se recuperaba de su desnutrición en ese centro sanitario.
"Fui mamá hace poco y me di cuenta de que tenía hambre, se llevaba la mano a la boca, así que pedí permiso a los médicos y a la cuidadora para abrazarlo y amamantarlo", declaró Ayala, quien aseguró que "cuando le di la teta al bebé, lo sentí como mío y, cuando me retiré, lloraba porque lo dejaba".
La imagen del momento en que esta madre de dos hijas amamantó al pequeño ataviada con su uniforme se viralizó en Facebook gracias a la difusión de uno de sus compañeros: hasta el momento, se ha compartido más de 64.000 veces y le ha gustado a alrededor de 45.000 personas.
Después de comer, la criatura no volvió a llorar.