Desde hace once meses, el estado de Florida (EE.UU.) lucha contra un fenómeno contaminante llamado 'marea roja' que está vinculado a los desechos agroquímicos que terminan en el océano y que amenazan la vida marina. Las autoridades ya han decretado el estado de emergencia en la zona luego de que las toxinas causaran daños a la flora y provocaran la muerte de peces, tortugas, manatíes, delfines y tiburones.
Una de las áreas más afectadas es Sanibel, una pequeña localidad del suroeste del estado, donde las playas han sido cerradas al público a causa de la contaminación.
La marea roja está provocando un "evento de muerte masiva" que afecta "desde los caracoles más pequeños hasta los tiburones ballena", explicó Heather Barron, veterinaria de una clínica local.
Barron precisó que las sustancias contaminantes "se mueven por toda la cadena alimenticia", acumulándose "en los depredadores más altos de la cadena como el delfín o la tortuga", mientras que esta última se alimenta de cangrejos azules, los cuales, a su vez, poseen "altos niveles de concentración de la toxina".
El problema afecta a los habitantes de la zona de manera directa, en vistas a que puede ocasionar dificultades para respirar, así como causar picazón en la garganta y lagrimeo. Pero además, el fenómeno perjudica fuertemente a la industria de la pesca y del turismo, dos sectores clave para la economía local.
"Ya no hay mucha gente en las playas" ni tampoco se ve "a nadie pescando", mientras que los turistas "se van de los hoteles", manifestó Yvette Carrasco, del departamento de rehabilitación de animales de Sanibel, señalando que en la zona "huele feo" y que "todos se molestan al ver a los animales muertos y se quieren ir de aquí".
Sin embargo, los problemas de contaminación de las aguas del golfo de México causadas por el factor humano no son exclusivas de estas costas de Florida. Así, cerca del estado de Luisiana, recientemente se dio un fenómeno similar conocido como la 'zona muerta'.