Este viernes se inauguró al norte de Argentina una base militar en la ciudad de La Quiaca, limítrofe con Bolivia. La iniciativa se enmarca en el plan de reforma de las Fuerzas Armadas impulsado por el presidente Mauricio Macri para que estas tomen tareas de seguridad interior.
Puntualmente en lo referido a la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, se decidió enviar una primera tanda de 500 soldados a custodiar la frontera en el denominado 'Operativo Integración Norte'. Se estima que ese número ascenderá a 3.000 para fin de año.
Durante el acto el jefe de Estado explicó que "después de años de corrupción, de desidia, de inacción, de una falta de estrategia de largo plazo, lo que sucedió fue el avance de delitos que complicaron la vida de todos los argentinos". "Teníamos una ausencia del Estado en kilómetros y kilómetros de fronteras", enfatizó a la hora de argumentar esta nueva política de seguridad.
Sin embargo la medida, que ya venía generando polémica, provocó el rechazo de los habitantes de la zona. Desde la Asamblea Popular de la Puna difundieron un comunicado, citado por el diario El Tribuno, que califica esta decisión como "una provocación". No solo para la población local, sino también "contra el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia".
Además destacaron el hecho de que el lanzamiento de esta base se haga un 17 de agosto, "el día en que José de San Martín, el héroe de la emancipación continental (inconclusa) pasa a la inmortalidad".
Se trata de un "insulto a la memoria del padre de la Patria, dado que las políticas del Gobierno representan todo lo contrario a sus ideales de hermandad entre los pueblos sudamericanos y liberación del yugo colonial", enfatizaron.
La Asamblea Popular de la Puna está integrada por centros vecinales, organizaciones gremiales y representantes de casi veinte comunidades de La Quiaca, Cieneguillas, Santa Catalina, Piedra Negra, Yavi y Yavi Chico, entre otras ciudades y pueblos de la región.