¿Okupas o repobladores?: Peligra el renacer de una aldea española abandonada

Las autoridades de España aseguran que la población reconstruida se asienta en un lugar prohibido.

La repoblación de la antigua aldea de Fraguas (Castilla-La Mancha, España) ha creado controversia, ya que los jóvenes que decidieron rehabilitar el lugar hace cinco años han recibido multas y hasta penas de cárcel.

Mientras la Justicia española considera que son okupas, otros estiman que se trata de personas que buscan dar vida a lugares que se encontraban en ruinas. 

Estos repobladores, que arreglan viviendas que estaban en ruinas y cultivan los alimentos que consumen, apuestan por una vida lejos de la ciudad. Uno de ellos, la madrileña Diana Luque, comentó a RT que el proyecto es un cambio de paradigma que permite dejar atrás el consumismo, convivir en armonía con la naturaleza y salir de "esa rueda: casa, hipoteca, coche…". 

En la provincia de Guadalajara hay más de 200 municipios con menos de 50 habitantes y la 'Laponia del sur de Europa' donde se encuentra Fraguas es una de las zonas más olvidadas de España, pero el Gobierno local no ve con buenos ojos estas iniciativas revitalizadoras.

La Junta de Castilla-La Mancha llevó a los tribunales este caso porque asegura que el colectivo se asentó en un parque natural, algo que está prohibido. Hace 50 años, Fraguas dejó ser un pueblo por una expropiación forzosa durante el franquismo.

"Es una idea que nos gusta y que intentamos fomentar. El problema es el lugar, la ubicación. Desde el primer momento, este grupo de personas sabe que en Fraguas no se puede hacer ese tipo de actividad", declaró el delegado del Ejecutivo castellanomanchego en Guadalajara, Alberto Rojo.

De momento, han condenado a seis repobladores por delitos contra la ordenación del territorio y usurpación del monte público, que implican penas de 1,5 años de prisión y una sanción total de 50.000 euros. Los sentenciados han recurrido pero, si su apelación no tiene éxito, deberán abandonar el pueblo.

Quienes están orgullosos de estos jóvenes son varios antiguos pobladores que recuerdan su infancia en Fraguas, se marcharon cuando eran adolescentes y vieron su demolición. Medio siglo después, observan cómo un grupo de jóvenes ha recuperado su historia, pero la Justicia puede tirar todo abajo.