El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, ha declarado que quiere tener "una relación equilibrada" con Estados Unidos en lugar de "luchar su guerra" a cambio de ayuda, según informa este jueves la agencia AFP.
Este mandatario estima que tiene "un gran desafío en cuanto a la política exterior" porque "si hay un país que necesita paz y estabilidad, es Pakistán", según ha manifestado durante su primer discurso tras vencer los comicios del pasado julio.
Khan tomó las riendas del poder el pasado 18 de agosto y tendrá que disipar las acusaciones que indican que Pakistán aviva la inseguridad en la región al respaldar a los extremistas, afirmaciones que Islamabad siempre ha negado.
Fría relación con EE.UU.
En ocasiones anteriores, Imran Khan señaló que la participación de Pakistán en la campaña antiterrorista liderada por EE.UU. provocó el incremento del terrorismo en su país durante la última década.
Asimismo, los lazos entre Washington e Islamabad se enfriaron aún más cuando en enero el presidente estadounidense, Donald Trump, acusó a ese país asiático de "mentiras y doble moral" en esa guerra contra el terrorismo y suspendió la asistencia militar por valor de cientos de millones de dólares.
¿Nuevo rumbo político?
Este exjugador de críquet es partidario de llegar a un acuerdo con los insurgentes islamistas —hecho que le ha costado duras críticas, ya que algunos consideran que es blando al respecto— y, tras asumir el cargo, ha rebajado el tono en sus declaraciones sobre EE.UU.
En cuanto a la relación con Pekín, principal socio de Islamabad, Imran Khan planea fortalecer esa alianza. Asimismo, ha estrechado relaciones con el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, quien también aboga por entablar conversaciones con los talibanes, a los que ofreció un nuevo alto el 19 de agosto.
Respecto a India, país con el que Pakistán mantiene enfrentamientos desde 1947, el nuevo primer ministro pakistaní aseguró que "deben dialogar y resolver sus conflictos, incluido Cachemira […] y comenzar a comerciar".