Los reclamos de los docentes paralizan las 57 universidades argentinas desde hace tres semanas

Están en huelga por reclamos de salarios y ante la falta de presupuesto.

El lunes 6 de agosto deberían haber comenzado las clases en 57 universidades nacionales de Argentina, sin embargo, esto no sucedió. Docentes de todo el país se encuentran en una huelga que ya entró en su tercera semana para exigir un aumento de salario acorde a la inflación.

Además, distintas casas de altos estudios advirtieron que si el Gobierno no gira el presupuesto, deberán cerrar sus puertas antes de fin de año.

Puntualmente, los sindicatos rechazan el incremento salarial propuesto por las autoridades de un 15,8% en tres cuotas ya que la inflación estimada para este año rondará entre el 30% y el 35%, según algunos cálculos recogidos por BAE Negocios.

"Desde el mes de febrero está vencida nuestra paritaria. El Gobierno nacional nos convocó tres o cuatro veces y nos ofreció en todas las oportunidades un 15% en cuotas", dijo a este medio Andrés Duhour, secretario general de la Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de Luján (ADUNLu).

A su vez, explicó que los docentes comenzaron pidiendo "un 25% más cláusula gatillo". Esta cláusula supone que, si la inflación supera el incremento salarial, automáticamente se debe reajustar. "En el mes de mayo se dio la corrida cambiaria, se disparó el dólar, hubo aumentos tarifarios y el Gobierno mantuvo esa oferta cuando la expectativa de inflación era más alta", agregó Duhour, que también es ingeniero agrónomo y doctor en Ciencia y Tecnología.

Pasaron 90 días sin que se realice ni una mesa de negociación y luego "hicieron la misma oferta", denunció el docente universitario. Frente a eso, desde las dos federaciones sindicales más importantes del sector, la CONADU y la CONADU Histórica, realizaron una consulta nacional donde los afiliados "en su mayoría decidieron que si se mantenía esta oferta no había que iniciar el segundo cuatrimestre".

Universidades que no llegan a fin de año

A este escenario en el ámbito laboral, se suma un problema presupuestario. Según denunciaron los rectores de las distintas instituciones de educación superior, el Gobierno ha subejecutado el presupuesto y no ha girado el dinero correspondiente. Si esto no se resuelve pronto, algunas universidades tendrán que dejar de funcionar antes de fin de año, poniendo en riesgo los estudios de miles de estudiantes.

Uno de los casos más resonantes es el de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), ubicada en el municipio de Florencio Varela, unos 26 kilómetros al sur de la Ciudad de Buenos Aires. Según informó el portal El Destape, la casa de altos estudios había solicitado un presupuesto de 557.000.000 de pesos (18.300.000 dólares), sin embargo le fue asignado un total de 487.000.000 (16.000.000 de dólares).

"El total de las universidades tuvieron un recorte de 4.000 millones de pesos para lo que es infraestructura y convenios", señaló Duhour. Esto provoca un escenario donde "se une un ahogo presupuestario por los aumentos de tarifas, el congelamiento de los gastos de mantenimiento, el retraso en los envíos y porque se achica el presupuesto", completó.

Abrazos, movilizaciones y cadenas en redes sociales

Además de la huelga, la defensa de la educación pública universitaria movilizó a distintos sectores de la sociedad. Fue así que se llevaron a cabo abrazos simbólicos como en la mencionada UNAJ, la Universidad Nacional de Quilmes y la de General Sarmiento, entre otras.

También se realizaron manifestaciones callejeras en distintas ciudades del país como Córdoba o La Plata. Y se generó una cadena de posteos en distintas redes sociales en las que cada persona historizaba su recorrido personal por esas instituciones, ya sea como estudiantes o profesores, y manifestaba su apoyo.

El próximo jueves 30 de agosto habrá una marcha nacional, convocada por los distintos sindicatos en la Ciudad de Buenos Aires. La misma se dirigirá al Ministerio de Educación de la Nación para exigir una solución al conflicto.

"La intención del Gobierno nacional es ajustar nuestro salario para destinar esos fondos al pago de intereses de la deuda y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional", denunció Duhour. "Eso hace que toda la comunidad universitaria esté saliendo a la calle en distintos lugares del país y este organizándose para resistir este ajuste", concluyó.

Santiago Mayor