El papa Francisco se negó a confirmar o negar las afirmaciones de Carlo Maria Viganò, que sirvió como nuncio apostólico (embajador del Vaticano) en EE.UU., que alega haber informado al pontífice en 2013 sobre las acusaciones de abuso sexual de menores contra el arzobispo Theodore McCarrick.
En un testimonio escrito de 11 páginas, Viganò acusó a varios altos prelados, incluido el papa Francisco, de complicidad en el encubrimiento de las acusaciones contra McCarrick, quien renunció en julio a causa del escándalo. El clérigo asegura que a finales de la década del 2000, el entonces papa Benedicto XVI impuso sanciones sobre el cardenal McCarrick. De acuerdo con Viganò, el papa Francisco sabía de las sanciones impuestas sobre el entonces cardenal McCarrick pero eligió derogarlas.
Durante una conferencia de prensa a bordo del avión, a Francisco se le preguntó si las afirmaciones del exembajador de Vaticano eran ciertas. También se le consultó al papa sobre las alegaciones de Viganò de que McCarrick ya estaba sancionado y que él lo rehabilitó.
El pontífice aseveró que había leído el documento de Viganò y que confía en que los periodistas lo juzguen por sí mismos. Francisco aseveró que el texto del arzobispo Viganò "habla por sí mismo" y que no haría ningún comentario al respecto.
"No voy a decir una palabra al respecto", concluyó el papa.