Una nueva investigación de científicos estadounidenses ha detectado que el Sol está emitiendo una cantidad mayor de lo esperado de luz de alta energía consistente en rayos gamma, publica Science News. Pero lo más inusual es que los rayos con la energía más alta aparecen cuando la estrella está en su punto menos activo, señala el estudio, que será publicado en la revista Physical Review Letters.
El trabajo es la primera investigación que ha examinado los rayos gamma a lo largo de la mayor parte del ciclo solar, un período de unos 11 años durante el cual aumenta y disminuye la actividad de la estrella.
El grupo de científicos, encabezado por el astrofísico Tim Linden, analizó datos que el telescopio espacial Fermi Gamma-ray de la NASA recopiló entre agosto de 2008 y noviembre de 2017. Las observaciones incluyeron un período de baja actividad solar en 2008 y 2009, un período de mayor actividad en 2013 y una reducción de la actividad al mínimo antes del inicio de un nuevo ciclo en 2018. El equipo rastreó el número de rayos gamma solares emitidos cada segundo, así como sus energías y de dónde provenían.
El equipo reportó que durante los años analizados la cantidad de rayos gamma emitida fue tan alta (más de 50.000 millones de electronvoltios, o GeV) que se superaron todas las predicciones. Sin embargo, curiosamente los rayos con energías superiores a 100 GeV aparecieron solo durante el mínimo de actividad solar.
"Mensajeros de condiciones terribles"
Más raro aún es que el Sol parece emitir rayos gamma desde diferentes partes de su superficie en diferentes momentos del ciclo. Durante el mínimo solar, los rayos gamma provenían principalmente de una zona cercana al ecuador, mientras que durante el máximo solar, cuando el nivel de la actividad de la estrella era alto, los rayos se agrupaban cerca de los polos.
"Todas esto es mucho más raro de lo que se había predicho", comentó los hallazgos el astrofísico John Beacom de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus. El científico destacó que esta actividad inusual podría significar que los campos magnéticos del Sol son "mucho más potentes, mucho más variables y tienen una forma mucho más extraña de lo que esperábamos".
Además, el experto destacó que los rayos gamma de alta energía pueden ofrecer nuevas posibilidades para el estudio de los campos magnéticos en la capa superior de la superficie solar, denominada la fotosfera. " [Los campos] no pueden verse con un telescopio", dice Beacom. "Pero estos [rayos cósmicos] que viajan allí y los rayos gamma que envían son mensajeros de las terribles condiciones que existen [en la fotosfera]", destacó el científico.