Informe: El huracán María mató a casi 3.000 personas en Puerto Rico
Un estudio elaborado por el Instituto Milken de Salud Pública de la Universidad George Washington de EE.UU. reveló datos escalofríantes sobre las consecuencias del huracán María que azotó Puerto Rico el año pasado. Según este informe, fueron 2.975 las víctimas totales del fenómeno natural, prácticamente el doble de lo que había señalado en su momento el Registro Demográfico de la isla, que puso la cifra en 1.427.
De acuerdo a la investigación, "el estimado oficial del gobierno" a causa del huracán "es bajo, principalmente porque las formas utilizadas para la atribución causal solo permitieron la clasificación de muertes atribuibles directamente a la tormenta". Entre estas, están las causadas "por el colapso estructural, escombros voladores, inundaciones y ahogamientos".
Pero la universidad norteamericana realizó un estudio "más amplio", que por ejemplo "encontró que muchos médicos no estaban orientados en la certificación del protocolo adecuado". En concreto, "muchos doctores no tenían entrenamiento formal para completar el certificado de defunción y no estaban adecuadamente informados sobre las prácticas para certificar muertes".
La investigación había sido encargada por el gobernador boricua, Ricardo Roselló, en febrero de este año. Sin embargo, llevó un largo tiempo la elaboración del texto final porque durante estos meses fueron entrevistados funcionarios del Registro Demográfico, directores de funerarias, de hospitales, forenses y de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, entre otras personas que podían aportar información relevante.
Respecto a esto último, el estudio señaló que "líderes claves que fueron entrevistados indicaron que percibieron que el conteo de muertes es mucho más alto y consideran que el liderazgo del gobierno estuvo desconectado de las realidades de las comunidades puertorriqueñas".
A su vez se denunció que "no hubo transparencia en la información" y que parte de esta fue "intencionalmente retenida para evitar que les echaran culpas y que no hubo sistemas adecuados para rastrear el total de muertes".