La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha realizado una evaluación completa de la bomba nuclear B61-12 con carga convencional que lanzó desde el bombardero estratégico B-2 Spirit a finales del pasado junio, informa el portal de defensa estadounidense MilitaryWatch.
Se trata de una de las municiones nucleares más versátiles de EE.UU. y posee una carga útil relativamente baja, así que Washington podría utilizarla como arma de precisión contra objetivos tan diversos como concentración de tropas, búnkeres, redes de túneles y puestos de mando sin poner en peligro ciudades enteras.
La B61-12 es la duodécima versión de la bomba nuclear estadounidense B61 que la Fuerza Aérea de EE.UU. posee desde hace más de medio siglo. Este modelo es una munición guiada que se puede lanzar hasta a 10 kilómetros del lugar que tiene que destruir y ajusta la trayectoria de su caída programada con señales de GPS.
En función de la situación de combate, podrá realizar cinco tipos de ataques: de penetración de tierra, explosiones de alto y bajo rendimiento, detonación por encima de la superficie y penetraciones en lugares protegidos.
Hans Kristensen, director del Proyecto de Información Nuclear, asegura que "la principal ventaja de B61-12" es que aúna "todas las capacidades de la bomba gravitacional" y es efectiva"contra cualquier objetivo".
Por su parte, el B-2 Spirit destaca por sus tecnologías de sigilo, pero es el único bombardero 'puro' que ha quedado el mundo —es incapaz de lanzar misiles— y eso provoca que sea más vulnerable, ya que para cumplir su misión debe aproximarse a su blanco.