Este jueves 30 de agosto, en Quito (Ecuador), dos marchas contrapuestas convergieron en el Centro Histórico de la ciudad. Una fue convocada contra los migrantes y la otra contra la xenofobia.
Las consignas de la marcha antiinmigrantes fueron 'Ecuador libre de malos extranjeros' y 'Ecuador Primero'. En la otra decían: 'Los oprimidos no tenemos patria'.
Ambas marchas tuvieron en común un tema: los inmigrantes venezolanos; que han sido portada de medios de comunicación nacionales e internacionales en las últimas semanas. Sobre este asunto, el Gobierno ecuatoriano convocó a países latinoamericanos a una reunión, prevista para el próximo 3 y 4 de septiembre, en Quito.
'Fuera venezolanos que roban nuestros trabajos. El trabajo primero para los ecuatorianos', se podía leer en uno de los carteles que portaban en la marcha antiinmigrantes. En otro, simplemente, decía: 'Primero los ecuatorianos'.
En la contramarcha, en los carteles comunicaban 'Solidaridad entre los pueblos' y 'Todos somos migrantes'.
Venezolanos en Ecuador
De acuerdo al Ministerio del Interior de Ecuador, este año, desde el 1 de enero hasta el 31 de julio de 2018 ingresaron al territorio ecuatoriano 547.130 venezolanos de manera legal; y en ese mismo lapso de tiempo salieron del país 458.322 inmigrantes de nacionalidad venezolana. Lo que significa que este año solo 88.808 ciudadanos de Venezuela se han radicado en esta nación.
Por su parte, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, en un acto oficial, dijo que el país ha acogido a "más de 250.000 venezolanos".
Otras migraciones importantes
Antes de esta oleada migratoria venezolana, en los últimos 20 años, se han registrado otras tres migraciones importantes a Ecuador, explica Sebastián Salazar Nicholls, sociólogo y estudiante investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
Primero fue la migración colombiana, que se intensificó cuando el Gobierno de Colombia y el de EE.UU. pusieron en marcha, en el año 2000, el Plan Colombia, que buscaba atacar al narcotráfico. "Hay una suerte de muchos desplazamientos de refugiados en la zona sur de Colombia por la guerra y Ecuador se convierte en el primer país del continente americano en recibir refugiados", dice Salazar.
"Se calcula que alrededor de 700.000 colombianos llegaron en esos años [2000-2005] al Ecuador, incluso sigue siendo la mayor migración hasta el momento", enfatiza. No obstante, explica que la migración desde este país vecino se ha caracterizado por ser "sostenida", porque "siempre ha sido un tema de ida y vuelta; ha habido mucha migración ecuatoriana a Colombia y mucha colombiana a Ecuador".
Luego —menciona el sociólogo— vino una migración cubana "en mucha menor medida". Esta "tenía una particularidad y es que era una estadía temporal, para una migración a los EE.UU.".
Y una tercera migración, "pequeñita", fue la de haitianos, que se dio "tras el suceso del terremoto [2010] y toda la lógica de la crisis del estado fallido haitiano", dice Salazar, quien señala que "también fue temporal, porque se trasladaron a otros países" posteriormente.
Estigmatización mediática
El sociólogo destaca que con la migración de los colombianos, cubanos y haitianos no hubo la misma reacción social que se está dando actualmente con los venezolanos, cuyo tema ocupa los principales titulares de los medios locales e internacionales diariamente. "No llegó a los niveles de xenofobia", subraya.
"Pero, en general, sí hubo un proceso de estigmatización, también". Por ejemplo —dice— "en términos periodísticos el culpable de la droga, asaltos, asesinatos, sicariato y las nuevas formas de violencia eran supuestamente los colombianos".
En el caso de los cubanos, la estigmatización era fomentada "por una lógica ideológica-política", explica Salazar, que añade que de ellos se decía que "estaban aquí porque el Gobierno ecuatoriano [de Rafael Correa] respaldaba a Cuba".
Y en el caso de los haitianos, además de haber sido una migración muy pequeña, con ellos "hay una condición extra": "No son hispanohablantes y, además, son afrodescendientes. Es una condición mucho más compleja y, sin embargo, por el número no creo que fue tan evidente", dice.
Xenofobia en Ecuador
Salazar aclara que la xenofobia "es una lógica que se ha dado en distintas partes y distintos momentos", y la define como "un miedo a la diferencia, a lo desconocido, a lo distinto".
En términos "abstractos" y "desde la lógica del poder", dice, hay algunos elementos que inciden en la xenofobia, como el "civismo", que "es una construcción de poder, porque es el amor a la patria". Ese civismo genera nacionalismo y "lo que hace es fortalecer el poder local, también".
Pone como ejemplo los procesos que se dan en las guerras, donde "el enemigo externo es siempre necesario para fortalecer procesos políticos internos, procesos de poder internos". Partiendo de ese planteamiento, resalta que "ese elemento político juega muy bien en el tema de la xenofobia, aumentado por el tema del desconocimiento y del miedo a lo externo".
Pero en términos "concretos", el sociólogo dice que hay vectores de opinión que hablan sobre una situación compleja en términos económicos, de empleo y en términos sociales en el país.
"Ecuador vive un proceso de recesión económica sostenida en algunos años, quizá en las cifras no sea tan palpable, pero hay una menor liquidez económica, menores plazas de trabajo, menores ingresos", menciona Salazar. Así, señala que "este proceso de no estar bien económicamente busca culpables, y es más fácil culpar a los vulnerables, que son los migrantes". Es por ello, que en las calles se escuchan opiniones como 'nos están quitando el empleo', 'no estamos bien', 'por qué los vamos a atender con fondos públicos'.
Esas voces contra la inmigración, según el entrevistado, "suelen tener más impacto en estas lógicas de crisis y de recesión".
Los venezolanos y su adaptación
"También hay otras lógicas que son de parte de los migrantes y cómo se adaptan acá", dice el sociólogo.
Esa referencia viene dada en relación a la primera ola de xenofobia en Ecuador contra los inmigrantes venezolanos, que se vivió en septiembre de 2017. La situación fue provocada luego que una inmigrante venezolana, quien vendía helados en Quito, fuera entrevistada por un canal de internet, denominado El Quiteño. Ella dijo, con burla, que los ecuatorianos son "feos" y "parecen indios".
Al analizar ese video, el sociólogo menciona que la "intervención de esta mujer denotaba de su parte racismo, utiliza unos términos que hacen alusión a un tema étnico-racial y que los utiliza como despectivos". Una muestra, en su opinión, de "desconocimiento e ignorancia en estos términos".
Pero, también, señala que "levantó una susceptibilidad en la misma lógica, es decir, buena parte de los ecuatorianos que criticaron esta postura lo hicieron en un proceso de victimización y de asumir que el término indio, por ejemplo, es peyorativo; entonces encuentras también una receptividad racista e ignorante".
Según Salazar, "la xenofobia tiene como elemento fundamental el tema de la ignorancia, el tema del no reconocimiento a la otredad, el tema de no reconocer que no todo el mundo tiene que ser como somos nosotros" y cree que "ese es el principal problema de lo que estamos viviendo ahora en el Ecuador".
Por tanto, dice que "la xenofobia se enfrenta combatiendo a la ignorancia, porque cuando nos reconocemos distintos es que entendemos que todos somos migrantes".
Medidas gubernamentales versus la Constitución
Para frenar la ola migratoria de venezolanos al país, el Gobierno ecuatoriano comenzó a exigir, desde el 18 de agosto de 2018, la presentación, obligatoria, del pasaporte a los viajantes, quienes, según la Ley Orgánica de Movilidad Humana de Ecuador, pueden ingresar con su cédula de identidad por ser Venezuela parte de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
La medida quedó sin efecto por la Justicia ecuatoriana una semana después de implementarse; sin embargo, el Gobierno condicionó con nuevos requisitos el uso de la cédula de identidad por parte de los venezolanos para cruzar sus fronteras.
"Creo que la medida responde más bien a una opinión pública que a una reflexión política de lo que eso ha significado o a una reflexión jurídica", explica Salazar, mencionando que "hoy, el tema de migración es algo de lo que todo el mundo habla; y cuando todo el mundo habla, el proceso político requiere respuestas institucionales y la respuesta ha tenido que ver con el tema de restricciones y no con el tema de facilidades y el tema humanitario".
Además, recuerda que "el Estado ecuatoriano reconoce, en su Constitución, la categoría de la ciudadanía universal", a partir del debate que se armó en la Asamblea Constituyente de Montecristi [2007-2008] en el que los constituyentitas se preguntaban '¿Cómo queremos que nos traten y cómo debemos tratar?'.
La decisión fue —cuenta Salazar— "hagamos las cosas distintas y de ahí nos convertimos en un país de ciudadanía universal", en el que "nos reconocemos como seres humanos, no por lo que diga nuestro documento de identidad o de nuestro nacimiento".
Por ello, considera que la movilización antiinmigrante —la primera que se realiza en Ecuador desde la oleada de venezolanos— es "una vergüenza", porque "desdice mucho de lo que quisiéramos como valores para una sociedad que requiere ser respetuosa, solidaria, tratar como nosotros queremos que nos traten".
Basado en lo que establece la Constitución, el sociólogo señala que "no deberíamos estar debatiendo sobre qué hacer con los venezolanos, cómo botamos a los venezolanos, cómo restringimos su ingreso", sino que "deberíamos estar pensando en encontrar una salida a una crisis humanitaria, una crisis de derechos humanos que está pasando y que nos hemos hecho de la vista gorda hace mucho tiempo".
Sin embargo, considera positiva la reunión convocada por el Gobierno ecuatoriano para la primera semana de septiembre donde se tratará el tema del flujo migratorio venezolano: "Esa es la vía diplomática (…) Ecuador reconoce que hay un problema y reconoce que el involucrado es el Gobierno venezolano".
Un tema conveniente
Salazar piensa que "este tema de opinión pública se va a mantener por lo menos unas semanas más en esta lógica, porque las respuestas institucionales no están resolviendo el problema, sino resolviendo lo que se está hablando en la opinión pública".
Por otro lado, señala que el tema es conveniente para el Gobierno porque "en el Ecuador estamos viviendo un proceso en el cual se están tomando medidas económicas drásticas, como desfinanciamiento, despidos en el sector público, quita de subsidios (…) ¿Cómo tapas esas cosas?, poniendo en la opinión pública otros temas".
"En esta semana, el asentamiento del campamento informal [de inmigrantes] al norte [de Quito] ha tenido muchísima más relevancia de lo que ha tenido el tema de la subida de la gasolina súper o el tema de la desaparición de algunos ministerios", explica.
Edgar Romero G.