Volkswagen, la empresa automotriz alemana que protagonizó el escándalo de manipulación de datos sobre las emisiones nocivas conocido como 'Dieselgate', también manipuló los datos sobre emisiones de automóviles con motores de gasolina, reportó este sábado el periódico Bild.
En su artículo Bild asegura que en noviembre del 2015, después del descubrimiento de las manipulaciones relacionadas con los motores de diésel, los ingenieros de la empresa aseguraron que las falsificaciones de datos habrían tenido lugar incluso en coches que usan motores de gasolina y fueron fabricados bajo las marcas Volkswagen, Audi y Porsche. Estos datos también están confirmados en una presentación interna del gigante industrial a la que el diario ha tenido acceso.
Además, el medio refiere que varios expertos no descartaron que los datos de emisiones en los coches de gasolina podrían ser falsificados a través del 'software' instalado en las cajas de cambios de los vehículos.
Acusaciones ya examinadas
Por su parte, el Ministerio de Transporte de Alemania indicó que el artículo de Bild se refería a las acusaciones ya examinadas por la Autoridad Federal de Transporte Automotor del país, informa Reuters, con base al comunicado que recibió de dicho ministerio.
Asimismo, en esa misiva el Ministerio asegura que hasta el momento no hay casos confirmados de fraude con los coches de gasolina de Volkswagen.
Un vocero de Volkswagen ya había declarado anteriormente que "no hay nuevas circunstancias" respecto al caso, recuerda la agencia.
'Dieselgate'
El escándalo conocido como 'Dieselgate' comenzó en el 2015, cuando se descubrió que millones de automóviles con motores diésel fabricados por el gigante industrial tenían programas que permitían manipular la información sobre emisiones nocivas durante las pruebas ecológicas.
En aquel entonces, Volkswagen admitió que había instalado un 'software' programado para cambiar los motores a un modo más limpio durante las pruebas oficiales de emisiones. Cuando terminan esas revisiones, los coches pueden ir con más fuerza y emitir gases que superan hasta 40 veces el límite legal de contaminación.
En total, en los procedimientos en varios países, la compañía ya pagó una multa de 27.000 millones de euros y se iniciaron procesos penales contra la administración de la empresa.