La directora general de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, y el director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, comparecen este miércoles ante el Comité de Inteligencia del Senado de EE.UU. para testificar sobre la respuesta de sus compañías a la supuesta interferencia extranjera en el proceso electoral de su país y la moderación de los contenidos en línea.
Se trata de la primera vez que ambos ejecutivos testifican ante el Congreso estadounidense. Larry Page, director ejecutivo de la empresa matriz de Google, Alphabet, también fue invitado a participar en la audiencia, pero la compañía se negó a enviarle.
Sheryl Sandberg reconoció que Facebook fue "demasiado lento" a la hora de detectar y responder a los esfuerzos de otros países de interferir en las elecciones estadounidenses de 2016 y en el discurso político general de EE.UU. pero insistió en que la plataforma está mejorando al respecto.
"Hemos eliminado cientos de páginas y cuentas involucradas en un comportamiento no auténtico coordinado lo que significa que engañaron a otros sobre quiénes eran y qué estaban haciendo", explicó la ejecutiva de Facebook. "Cuando los malos actores intenten usar nuestro sitio, los bloquearemos", avisó Sandberg.
Dorsey, por su parte, enfatizó ante los legisladores que Twitter "no estaba preparado" y que estaba "mal equipado para la inmensidad de los problemas" que han surgido últimamente. "El abuso, el acoso, los ejércitos de 'trolls', la propaganda a través de robots y la coordinación humana, las campañas de desinformación y las burbujas divisorias de filtros: esa no es una plataforma pública saludable", apuntó el director ejecutivo de Twitter.
"Los cambios requeridos no serán rápidos ni fáciles", admitió Dorsey. "Hoy nos comprometemos con la gente y este comité a hacerlo abiertamente", zanjó.
Acusaciones contra las compañías tecnológicas
Facebook, Twitter y otras empresas tecnológicas han estado a la defensiva durante muchos meses sobre la presunta influencia política en sus sitios, así como sobre las preocupaciones sobre la privacidad de los usuarios.
A finales de julio, el presidente Donald Trump acusó a Twitter de realizar el llamado 'shadow ban' hacia "republicanos prominentes", es decir, hacer que las publicaciones de alguien en la plataforma sean visibles solo para esa persona. En respuesta, la compañía negó llevar a cabo tal política, agregando que "ciertamente no imponemos 'shadow ban' basado en puntos de vista políticos o ideológicos".
Antes de la audiencia, Trump, sin ofrecer ninguna evidencia, acusó a las compañías de interferir en las elecciones legislativas de noviembre en EE.UU. y aseguró al canal Daily Caller que las redes sociales son "súper liberales"