Salen a la luz detalles del programa secreto de Israel para armar a rebeldes sirios

Según un reciente reportaje de Foreign Policy, Israel armó y financió como mínimo 12 facciones rebeldes en el sur de Siria.

La revista Foreign Policy ha hablado bajo condiciones de anonimato con más de 20 comandantes y otros miembros de diferentes grupos rebeldes que operan en el sur de Siria y ha descubierto que al menos 12 facciones que se oponen al Gobierno de Bashar al Assad recibían apoyo significativo de Israel, que de esta manera buscaba prevenir que los milicianos apoyados por Irán y los terroristas del Estado Islámico se adueñaran de los territorios que limitan con la frontera israelí.

Desde la embajada israelí en Washington se han negado a comentar sobre este reportaje. Según datos del medio, las agencias de seguridad israelíes suministraban armas a los rebeldes a través de tres cruces que conectan los Altos del Golán con Siria, los mismos que Israel utilizó para enviar la ayuda humanitaria a los residentes del sur de Siria azotados por años de guerra civil.

Se informa de que la transferencia de equipo militar, que incluía fusiles de asalto, ametralladoras, morteros y vehículos de transporte, cesó en julio de este año. Fue entonces cuando Israel aparentemente llegó a un acuerdo con Rusia y consintió el regreso de las fuerzas gubernamentales sirias a Deraa y Quneitra ―zonas adyacentes a los Altos del Golán― a cambio de que Rusia supuestamente prometiera garantizar que los milicianos apoyados por Irán se mantuvieran a 80 kilómetros de los Altos del Golán y no obstaculizar los bombardeos de Israel contra objetivos iraníes en Siria, explica Foreign Policy.

75 dólares por combatiente

Además de las armas, Israel también pagó a los combatientes rebeldes ―alrededor de 75 dólares al mes a cada uno― y también envió dinero que posteriormente fue gastado por los grupos en la compra de más armamento en el mercado negro de Siria. Esta información ha sido confirmada también por periodistas locales.

Se estima que Israel empezó a armar a los grupos rebeldes alineados con el Ejército Libre Sirio en 2013. Entre los que recibían su ayuda militar había facciones en las gobernaciones sirias de Qunteira, Deraa y las zonas sureñas de los alrededores de Damasco.

En aquel entonces Israel les suministraba básicamente los fusiles de asalto estadounidenses M16, pero luego aparentemente decidió enviarles armas que no fueran fabricadas en EE.UU., en un aparente intento de ocultar que detrás de esta asistencia militar estaba Tel Aviv.

Así, los rebeldes recibieron pistolas y municiones que Irán había concedido a la organización militarizada libanesa Hezbolá, que Israel interceptó en 2009. El año pasado la asistencia militar israelí se incrementó significativamente y si bien antes Israel apoyaba a cientos de rebeldes, pasó a ayudar a miles de ellos.

Sin embargo, en comparación con el apoyo prestado a los rebeldes por otros países a lo largo de los 7 años de la guerra civil, entre ellos Catar, Arabia Saudita, EE.UU. y Turquía, el de Israel ha sido bastante menos extenso, detalla la revista, y los rebeldes perdieron la esperanza de una posible intervención militar de Israel en caso de los avances de las fuerzas leales a Al Assad en el sur del país, sintiéndose traicionados.

"Es una lección que no olvidaremos sobre Israel. No le importa la gente, no le importa la humanidad. Lo único que le importa son sus propios intereses", comentó un combatiente del grupo Forsan al Jolan (Caballeros del Golán, en español), una de las principales facciones rebeldes, que se extendió por Qunteira y Deraa, a la que financiaba Israel.

De esta manera, el combatiente se refirió al verano del año pasado, cuando las fuerzas de Al Assad avanzaron en el sur de Siria con el apoyo de la aviación rusa, e Israel no intervino.

Además de Forsan al Jolan, se logró identificar públicamente solo un grupo de rebeldes apoyados por Israel, Liwaa Omar bin al Khattab, basado en la ciudad de Beit Jinn, que limita con el monte Hermón.