Un sistema de inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) desarrollado en China ha ayudado a salvar la vida de varios pacientes en estado de coma "sin esperanza", tras predecir que despertarían, contraviniendo el diagnóstico de los médicos, según una investigación publicada en la revista cientifica eLife.
Entre los neurólogos chinos existe un sistema especial para determinar el potencial de recuperación de un paciente con lesiones cerebrales, de tal forma que un baja puntuación en esta prueba da derecho a los familiares del paciente a desconectar su soporte vital.
Unos de los mejores neurólogos de China otorgó siete de los 23 puntos de esta escala a un paciente de 19 años con síndrome de vigilia sin respuesta, un resultado bastante bajo. Sin embargo, al ser reexaminado de nuevo con ayuda del sistema de inteligencia artificial, el resultado aumentó hasta más de 20 puntos. El joven y otros seis pacientes más con historias parecidas se despertaron en el transcurso de un año después de la predicción de la máquina.
"Hemos predicho con éxito que cierto número de pacientes recuperarían la conciencia después de que inicialmente se determinó que no tenían esperanza", dijeron en un comunicado los investigadores de la Academia de Ciencias de China y el Hospital General PLA en Beijing.
Sin llegar a ser perfecta, la precisión de pronósticos alcanzada por el sistema AI es de casi el 90 por ciento, de tal forma que rara vez comete errores a la hora de otorgar puntuaciones inferiores.
¿Cómo funciona?
El autor principal del estudio, el doctor Song Ming, afirma que su sistema se diferencia de otros métodos de AI utilizados en el diagnóstico de enfermedades. "Nuestra máquina puede 'ver' cosas que son invisibles para el ojo humano", dice Ming. Por ejemplo, a veces un paciente tiene una mente activa, aunque temporalmente no puede comunicarse con el mundo exterior. En ese caso, el estado de este paciente sería evaluado erróneamente por los médicos.
Sin embargo, la máquina del equipo de Ming mide la actividad neuronal en el cerebro —pequeños cambios en el flujo sanguíneo— mediante un escáner especial que permite detectar detalles cambiantes que no pueden ser vistos directamente por los médicos.
Sin embargo, según opina Ming, este sistema "solo es una herramienta para ayudar a los médicos y a las familias a tomar mejores decisiones" y "nunca reemplazará a los médicos".