Un grupo de investigadores de Alemania, Países Bajos y el Reino Unido, asegura que dos regiones del cerebro aparentemente juegan un papel fundamental en el proceso de olvido voluntario.
En el estudio, publicado el pasado 6 de septiembre en la revista Current Biology, los investigadores analizaron lo que sucede en el cerebro cuando las personas quieren olvidar algo voluntariamente. Así, lograron establecer que los patrones de actividad característicos de la corteza prefrontal y el hipocampo son claves en ese proceso.
"Durante el último siglo, la investigación de la memoria se ha centrado principalmente en comprender cómo se puede recordar con éxito la información. Sin embargo, el olvido es esencial para el bienestar emocional y permite a los humanos centrarse en una tarea" determinada, afirmó Nikolai Axmacher, profesor de la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania) y coautor del estudio.
Para corroborar su hipótesis, los autores registraron la actividad cerebral de 22 pacientes, a quienes se le habían implantado electrodos en zonas de la corteza prefrontal y el hipocampo. Posteriormente se les pidió recordar u olvidar un serie de palabras, mientras se prestaba atención a la actividad rítmica y sincrónica de dichas regiones cerebrales. Durante el proceso de olvido, las oscilaciones en ambas áreas del cerebro mostraron cambios característicos en bandas de frecuencia específicas.
"Los datos nos mostraron que durante el olvido activo, la actividad en el hipocampo, una región importante para la memoria, está regulada por la corteza prefrontal", subrayó Carina Oehrn, coautora de la investigación y neuróloga del Hospital Universitario de Giessen (Alemania).
Según Oehrm, la actividad en el hipocampo no solo se suprime, sino que "cambia a una frecuencia diferente", en la que la información actualmente procesada "ya no está codificada".
Una nueva terapia contra el estrés postraumático
El equipo cree que la investigación sobre el olvido voluntario podría constituir la base de posibles nuevas terapias para el trastorno de estrés postraumático, que hace que los pacientes revivan recuerdos emocionales negativos una y otra vez.
"La corteza prefrontal, es decir, la región del cerebro que ejerce un control activo sobre los procesos de la memoria, puede activarse con fines terapéuticos a través de estimulación magnética o eléctrica no invasiva", asevera Oehrn, quien resalta que los beneficios de este tratamiento tendrán que ser probados en estudios futuros.