Los restos de una embarcación naufragada con 55 paquetes de cocaína permanecen varados en una remota isla en las costas de Papúa Nueva Guinea. El barco fue abandonado por piratas traficantes de droga antes de encallar cerca de la isla inhabitada de Umboi. Las autoridades sospechan que todavía podría contener droga por valor de más de 50 millones de dólares estadounidenses, informó The Australian.
Fue un pescador de tiburones quien encontró la embarcación abandonada en un pequeño atolón en el mar de Salomón. El hombre recuperó un total de 11 bolsas llenas de cocaína y las llevó a su aldea en la cercana isla Budi Budi, a unos 700 kilómetros al este de Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea. Pero en cuestión de días un barco de gánsteres asiáticos llegó al lugar para reclamar las drogas.
Lo que siguió fue una persecución marítima de 400 kilómetros entre el arrastrero modificado de los traficantes y la Armada de Papúa Nueva Guinea. Con la ayuda de la vigilancia aérea australiana, la Policía papú finalmente interceptó el buque y arrestó a los presuntos contrabandistas, la mayoría de los cuales provenían de Hong Kong.
El intento de recuperar las drogas restantes del barco naufragado fracasó, ya que la embarcación estaba lleno de combustible. "Nuestros efectivos no lograron entrar al interior, había diésel vertido y grasa por todas partes y lo hacía muy, muy difícil", relató el inspector jefe regional de Papúa Nueva Guinea, George Bayagau.
Como el barco resultó demasiado pesado para remolcarlo, la Policía se vio obligada a abandonar la operación. Los traficantes detenidos fueron transportados a la cercana ciudad de Alatou, donde enfrentarán juicio por cargos relacionados con las drogas la próxima semana.