Las autoridades del estado australiano de Queensland ofrecen una recompensa de 100.000 dólares australianos (70.000 dólares estadounidenses) a los que brinden información que permita capturar a quienes están colocando agujas en fresas que terminan en los comercios, informa Sunshine Coast Daily.
Las autoridades empezaron a investigar el caso después de que un hombre informara en su página en Facebook que su amigo Hoani Hearne fue trasladado a un hospital tras haberse comido una fresa con una aguja la semana pasada en Queensland. Después, incidentes similares fueron registrados en los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur.
La Policía afirma que las agujas fueron colocadas deliberadamente y sospecha que un exempleado del sureste de Queensland está detrás del sabotaje.
Se informa también que se han hallado agujas en fresas de al menos seis productores australianos y las frutas de algunas de las marcas afectadas fueron retiradas de la venta.
La directora de Salud de Queensland, Jeannette Young, recomendó a los consumidores que corten las fresas antes de comerlas.
Según la primera ministra del estado, Annastacia Palaszczuk, los autores del sabotaje están tratando de "amenazar" a toda la industria fresera, poniendo en peligro la vida de personas.
"No vamos a tolerarlo. Tenemos que unirnos", declaró.
Mientras, la Policía sigue investigando el caso.