El huracán Florence, que alcanzó la costa este de EE.UU. la mañana del 14 de septiembre, ha dejado al menos 24 víctimas mortales, entre ellas una bebé de 3 meses, a su paso por Carolina del Norte.
Al mismo tiempo, más de 1.200 carreteras en Carolina del Norte siguen cerradas debido al huracán.
El huracán Florence, que azotó ambas Carolinas con fuertes vientos, lluvias torrenciales e inundaciones masivas, ha dejado sin electricidad a al menos 773.000 hogares y negocios en el estado de Carolina del Norte (EE.UU.), así como a unos 133.000 en Carolina del Sur.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha declarado como zona de desastre a Carolina del Norte, el área más afectada por Florence, y ha aprobado fondos federales para ayudar a la población. Asimismo, ha anunciado que viajará a las zonas afectadas por el desastre climático.
Florence se formó a primeros de septiembre en las Antillas Menores del mar Caribe y en pocos días alcanzó la categoría 4, debilitándose después hasta convertirse en tormenta tropical. Sin embargo, los meteorólogos prevén que dejará cantidades récord de lluvia a medida que se desplaza.
Cooper dijo este sábado en rueda de prensa que el peligro que representa Florence no radica en sus vientos, cada vez más débiles, sino en las lluvias, que podrían causar graves inundaciones.
Según el Centro Nacional de Huracanes, Florence viene acompañado de fuertes lluvias e inundaciones repentinas sobre una "porción significativa" de las dos Carolinas.