Para Magdalena Trejo el karate es un estilo de vida. Lo practica desde los 13 años. No imaginó tener que interrumpir su rutina, pero así fue: su departamento quedó inhabitable, entre escombros, durante el terremoto del 19 de septiembre de 2017. Desde entonces va a reuniones y a protestas, quiere recuperar su casa y regresar a su disciplina.
Ella junto a sus vecinos del Multifamiliar Tlalpan, un conjunto habitacional de 500 familias, es una de las pocas damnificadas que a un año de la tragedia tiene certezas de que están reconstruyendo su vivienda, que como otras 11.000 construcciones en la Ciudad de México (centro) tiene daños estructurales tras el sismo con más muertos en México desde 1985.
Maga, como prefiere que la llamen, duerme los fines de semana en una casa de dos metros y medio por cinco de largo que dice 'China', porque fue un regalo que esa embajada les dio a parte de los damnificados que vivían en los departamentos de 40 metros cuadrados, construidos en 1957.
"Cuando llueve es un caos, por eso es difícil dormir aquí", comenta de la casa instalada en el parque donde antes jugaban los niños, pero ahora habitan unas 100 personas que esperan por sus casas; otros pagan alquileres o viven con familiares.
De los 10 edificios que componen el Multifamiliar Tlalpan, nueve fueron desalojados, porque el 1C se colapsó por completo. Fue una de las construcciones más afectadas durante el siniestro. Rescataron a 18 personas: nueve muertos, entre ellos Julián, de 11 años, y Ximena, de 6.
La destrucción de las viviendas impresionó a los mexicanos por la propia historia de este conjunto habitacional, famoso por ser de las primeras construcciones donde participaron arquitectos japoneses y por la filmación de películas como 'Señoritas'(1959) y 'Amores Perros' (2000).
Maga tiene 43 años de edad, de los cuales 30 había entrenado sin descanso. Vivía con su mamá, su hermana, su sobrina de 4 años y su perra Kyara' en el departamento 10 del edifico 4C.
"Por las tardes iba a entrenar karate. Yo soy segundo dan de Karate Do, en la modalidad de Shotokan, pero lo dejé. El temblor cambió todo... apenas estamos tratando de retomar nuestra vida porque ha sido difícil", recuerda.
Eran las 13:14 horas del 19 de septiembre de 2017. Oyó una explosión y caos. El edificio 1C donde vivían 40 familias se desplomó en segundos. Lo peor que vio fueron los muertos y heridos.
"Todo esto me ha traído ansiedad, depresión", comparte a RT mientras camina cerca de su edificio que, según le han dicho, tendrá lista la constructora 'Reingeniería Ecológica de México, REM' para agosto de 2019.
Grupos de vecinos que perdieron sus casas por el sismo formaron movimientos como Damnificados Unidos, que aglutina a gente sin hogar de 18 edificios. A pesar de realizar numerosas manifestaciones y bloquear, incluso, vías importantes de la ciudad, donde viven casi 9 millones de habitantes, sólo algunos han obtenido respuestas.
Mónica Romero, de la organización Vecinos damnificados, conformada por personas que perdieron su vivienda en 60 construcciones afectadas por el terremoto, tiene un terreno baldío. Su edificio fue demolido. "Vivía en un conjunto de 12 departamentos, pero no alcanzamos crédito para reconstrucción", cuenta.
Además, lamenta que el gobierno federal dio muy pocos créditos, que además fueron de poco más de 26.000 dólares. Sin embargo, el 80% de los habitantes de su edificio no son aptos para tenerlo. Por ello, considera que es más fácil reforzar departamentos como los de Tlalpan, porque sí alcanza para remodelar con poco presupuesto.
"No tenemos reconstrucción, de rehabilitación hay muy pocos avances. A la fecha hay inmuebles que no han sido demolidos, unos están en reclasificación para demolición", comparte.
Un año del 19S
Por su parte, Maga se siente lista para otro tipo de combates. Los de este año fueron en las asambleas vecinales, o cuando bloqueó junto a otros damnificados la calzada de Tlalpan, una de las vías más concurridas de la ciudad, el 21 de junio, para exigir la reconstrucción.
Hace un año en los trabajos de rescate había carpinteros, herreros, electricistas, socorristas, médicos, rescatistas. Mucha gente apoyando.
Le siguen conmoviendo esas escenas porque nunca había visto morir a alguien, y tanta ayuda. El terremoto ocasionó la muerte de 369 personas, según la Secretaría de Gobernación en cuatro estados, sólo 228 en la Ciudad de México.
La dependencia federal recontó alrededor de 12 millones de damnificados sumando la cifra de un sismo anterior, el del 7 de septiembre de 2017 con epicentro en Chiapas (suroeste), que aunque fue de más intensidad (8,2) dejó menos daños.
Pero a Maga de esa experiencia lo que más la marcó fue la solidaridad. En los diferentes puntos donde hubo edificios derrumbados, decenas de voluntarios llegaron a apoyar. En particular recuerda a sus amigos 'Osos grises', un grupo de rescatistas de varias profesiones.
Junto a soldados del Ejército y personal de la Marina todos tenían un puesto. Había varias máquinas retroexcavadoras y una grúa de 350 toneladas para levantar lozas y escombros.
La Comisión de Reconstrucción, Recuperación y Transformación de la Ciudad de México mantiene su censo abierto a través de su plataforma, en la que actualizan las afectaciones y permite a los damnificados encontrar su inmueble dañado o registrarlo.
Continuarán las movilizaciones
La reconstrucción de los nueve edificios de Tlalpan comenzó a finales de julio, este septiembre la del 1C; sin embargo, cientos de damnificados siguen pidiendo atención.
"Además de todo el peso cargado por haber perdido nuestra vivienda, las y los damnificados fuimos condenados por el gobierno de la Ciudad de México a transitar un 'viacrucis burocrático', un camino imposible para acceder a los recursos ya destinados para la reconstrucción y que logramos gracias a nuestras movilizaciones", precisan en sus redes.
El 19 de septiembre los damnificados marcharán con padres de los 43 estudiantes estudiantes desaparecidos en Guerrero, al sur de México, en 2014 y con otras víctimas.
Durante este año "se han muerto de tristeza" 14 damnificados de este conjunto, y todo eso le hace valorar más su vida.
"¿Por qué le lloras a un edificio?, ¿te imaginas? Son todas las memorias que tenemos aquí. Imagínate, mi mamá ya 46 años en el departamento. Yo pensé que sólo éramos nosotros los que llorábamos, y no".
Vania Pigeonutt